Cómo no lastimarte en la vacación
Un viajero camina entre 8 y 15 kilómetros diarios si va a un tour por Europa
En entrevista con Martha Debayle en W, Mercedes D'Acosta, representante de Latinoamérica en la Federación Internacional de Quiropráctica Deportiva. Expresidente de la Federación Mexicana de Quiropráctica Deportiva. Internacional Certified Sports Chiropractor.
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Datos
● Un viajero camina entre 11 y 16 kilómetros diarios en Disneyland.
● El peso máximo de una maleta documentada debe ser entre 18 y 20 kilos.
● El peso máximo de una carry on es entre 9 y 10 kilos.
● En The Montcalm, Londres, ofrecen una almohada anti-aging, con cubierta de algodón y vitamina E.
● En el Conrad Centennial, Singapur, tienen un menú de 75 diferentes tipos de almohadas.
● En The Benjamin, en Nueva York, hay una almohada que trae microbocinas integradas con sonido ambiental para relajarse. Este hotel hasta tiene un experto en sueño que asesora para elegir almohada.
● Si los dolores de cuello o espalda no se atienden, estos se pueden acentuar con un viaje.
Estas son algunas “mañas” para cuidar el cuello y la espalda mientras se viaja:
1. Cuidado con el peso de la maleta. Al poner demasiado peso es muy fácil generar una palanca en la espalda baja, un dolor de espalda baja y una hernia de disco.
Hay que pedir ayuda para cargarlas o separar el peso en varias maletas para no cargar todo al mismo tiempo. En caso de ser prudente o necesario, pedir ayuda para subir la maleta a la cajuela, compartimento. Evitar cualquier palanca.
2. Llevar una maleta con 4 rueditas. Es mejor sólo hacer el esfuerzo para mover la maleta que cargar todo el peso.
Lo más importante es nunca jalarla: empujarla y siempre que vaya delante, nunca al lado y menos atrás. Al jalarla o llevarla al lado, se nota cómo se tensa y duele la espalda baja.
3. Cuidar los zapatos que se llevan al viaje. El verano es una época engañosa porque hace calor generalmente y la elección son los zapatos abiertos.
Si hay mucho por caminar, se debe usar un buen zapato para caminar, elegir los zapatos por imagen y no por función puede ser la peor tortura durante y después del viaje.
4. Tener cuidado en quedarse dormido y que la cabeza se vaya para adelante. Hay muchos tipos de cuelleras y todas intentan que uno duerma sin colgar la cabeza y no empezar o terminar el viaje con dolor de cuello.
Si la cuellera es en forma de herradura, hay que girarla y acomodarla de lado o enfrente para que sostenga la cabeza hacia el lado que se está inclinando.
5. Cuidado con las bolsas que van cruzadas entre el hombro y cuello. No importa si son pequeñas o no tan pesadas, el llevar una carga constante, va a hacer que los músculos de ese lado se tensen, en muchos casos haya un desajuste, inflamación, contractura muscular y dolor.
6. Si el hotel tiene almohadas malas. Muy dura, muy alta, muy raras… hay que quitarlas. Esto es un clásico de viajes.
La solución es tomar una toalla y hacer un rollo no muy grande y no apretado. Colocarlo en el cuello para que le dé soporte y ajustar la altura (si es necesario).
7. Si el colchón está horrible. La posición que debería lastimar menos sería acostarse de lado, más que boca arriba y poner una almohada entre las piernas para distribuir el peso y que se sienta menos torturante ese colchón.
8. Para los que sufren de dolores de espalda baja, ¡tener mucho cuidado con los camastros!
Los camastros deben usarse únicamente para acostarse, no para sentarse con las piernas arriba y menos estiradas.
Es como sentarse en la cama: quita la curvatura de la espalda baja o lordosis generando irritación y va a empezar a doler o a aumentar el dolor.
9. Prudencia con las actividades deportivas. Si no se ha hecho deporte en varios meses y en vacaciones es el momento de jugar fútbol o volleyball de playa, caballazos o lo que sea, los músculos no están preparados.
Hay que hacerlo de forma progresiva y poniendo atención al cuerpo para no lastimarse o empeorar la lesión por la emoción de las vacaciones.
10.Observar en dónde sentarse. Suena a consejo de flojera pero hay que elegir en qué silla o lugar se puede recargar la espalda y tomar tiempos para cambiar la postura.
No quedarse demasiado tiempo en la misma posición, aunque sea acostado porque al cuerpo no le gusta una posición sostenida por demasiado tiempo.
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