La relación dron-hombre es cuestionada por el escritor Naief Yehya

México

Con la inquietante idea de un asesinato a distancia nace “El mundo dron, breve historia ciberpunk de la máquinas asesinas”, la reciente publicación Naief Yehya, quien se cuestiona la relación dron-hombre.

En el espacio de "Así las Cosas" con Gabriela Warkentin y Javier Risco, el escritor comparte que desde el 11 de marzo entendió que la pandemia va en serio, y en conjunto con esa idea y sus perversiones y obsesiones, comenzó a escribir este ensayo.

Afirma que el detonante principal fue leer una nota sobre un dron asesinando a hombres que caminaban por el desierto de Yemen, fue en ese momento señala el autor que “dábamos así la autoridad a las máquinas para asesinarnos”.

Sostiene que esto es una metáfora de nuestra era, en donde las cosas de video toman el control de lo que padecemos, la sociedad se ha dronificado pues desde el seguimiento de una guía de google o el GPS estamos siguiendo las órdenes de una mente maquinal.

Sin embargo, resalta que “la más inquietante de las ideas es esa, el matar a distancia en regiones que ni siquiera están en guerra”.

Fue bajo estas premisas que decidió “ver la genealogía del dron y cómo en nuestras mentes llegaron a tener justificación para que de repente se utilizaran y se normalizaran los asesinatos remotos los cuales cada día están más en manos de algoritmos y mentes artificiales”, algo que afirma no es un primer paso para esta realidad.

Lo que importa, asegura Naief Yehya es "entender este el estado mental en el que estamos inmersos, vivimos el capitalismo de vigilancia y se refleja en esta idea en la que ya no queda claro quién es el comprador, el consumidor o el trabajador, lo único que queda claro es que los flujos de capital están muy lejos de nuestra orbita y se llevar a cabo actos trasnacionales fuera de toda regla”:

Este año expone Naief, puso en evidencia el enrome fracaso para proveer servicios de salud básicos, la gran destreza de los científicos al crear una vacuna, que la guerra no se detienen aun frente a un cataclismo, una pandemia que pasó de ser un fenómeno biológico a uno político.

Y asegura que la pandemia sin internet hubiera sido algo distinta, pues así como nos salvó nos llenó de escepticismo enfermo que nos lleva a reconsiderar nuestra relación con la tecnología.