Dejan 38 muertos choques de secta islámica en Nigeria
Los incidentes se extendieron por un barrio pobre cerca de la ciudad de Bauchi
Nigeria.- Combates entre una secta islámica y las fuerzas de seguridad en el norte de Nigeria dejaron al menos 38 muertos cuando los integrantes del grupo, armados con lanzas, cuchillos, fusiles de asalto y flechas saquearon un vecindario en el que incendiaron viviendas, dijeron el martes funcionarios policiales
Miembros de la secta Kata Kalo comenzaron a enfrentarse entre acusaciones mutuas de haber causado una grave enfermedad de su líder, dijo Mohamad Barau, vocero policial del estado de Bauchi, que rectificó una declaración inicial de que los choques se habían desatado por el arresto del jefe
Los incidentes se extendieron por un barrio pobre cerca de la ciudad de Bauchi y soldados del gobierno intentaron frenarlos, dijo Barau, pero la respuesta feroz de los islamistas los obligó a retirarse
Al menos un soldado y un oficial de seguridad local murieron en el primer enfrentamiento la madrugada del lunes, dijeron funcionarios, al igual que dos transeúntes
Barau dijo que unidades militares y policiales regresaron a la zona con refuerzos, pero "antes de que la policía llegara, ya se habían matado entre ellos". Sin embargo, las ejecuciones extrajudiciales por parte de la policía son frecuentes en Nigeria y Amnistía Internacional dijo en un informe en noviembre que los agentes matan a cientos de personas por año
Los funcionarios dijeron que habían arrestado a 20 personas tras los enfrentamientos y confiscaron dos fusiles Kalashnikov, materiales explosivos, 73 cuchillos, pólvora y municiones
El vocero dijo que el área estaba controlada el martes
Nigeria, que tiene cerca de 150 millones de habitantes, está dividida en gran medida entre los musulmanes del norte y los cristianos del sur. La violencia religiosa a veces se desata por disputas locales sin relación con conflictos internacionales
En julio, combates en Bauchi que comenzaron con el ataque de otra secta islámica a un cuartel de policía desataron una ola de violencia en el norte del país que dejó más de 700 muertos.