Pasos para salir de deudas
Y una vez que lo logren, entonces sí, cómo saber gastar, más que saber ahorrar
Ciudad de México
Gianco Abundiz, experto en educación financiera desde hace 40 años. Fundador y Presidente de la Asociación Nacional de Educadores Financieros, A.C. Autor del Libro Saber Gastar de Editorial Santillana.
TW: @GiancoAbundiz
Antes de hablar de cómo salir de deudas es indispensable decirte que mientras no contengas su feroz apetito por comprar y consumir, ni Dios Padre (lo digo con todo respeto), podrá ayudarte. ¡Aprende a gastar!
1. Recuento de los daños. Lo primero que tengo que hacer es poner “en blanco y negro” (y sin auto mentiras) todo lo que debo, desde las tarjetas de crédito, préstamos personales y de nómina, hasta los empeños y lo fiado en la tiendita de la esquina.
Lo que debes anotar es: Tasa de interés; plazo (las tarjetas de crédito no lo tienen); monto adeudado; institución; tipo de contrato (que puede ser de institución financiera o comercial como las tiendas departamentales).
Pon en el número uno de deudas, aquel crédito que te cobre la mayor tasa de interés, no donde debes más y así sucesivamente.
2. Negocia. Las instituciones a las que les debes no te quieren embargar pues les cuesta mucho dinero el proceso y recuperan menos de lo que les debes. Lo que buscan es cobrarte, es decir, quieren dinerito constante y sonante, por lo tanto, negocia y pide reestructuras y planes de pago a la medida de tu bolsillo.
3. Consolida. Muchas instituciones financieras “compran” tus deudas, lo que significa que te dan dinero para liquidar tus demás deudas con condiciones especiales en cuanto a tasa y plazo. Revisa esta opción pues llega a ser sumamente atractiva.
4. Hipoteca de Pasivos. Llegamos al paso final que antes de explicarte te digo que si no tienes una excelente asesoría ni siquiera lo intentes. Se trata de que en caso de contar con algún bien raíz (casa, departamento) lo puedas hipotecar para que baje muchísimo la tasa de interés, tengas más plazo y al mismo tiempo conozcas con certeza tu pago mensual que seguro será mucho menor que lo que venías pagando en todos los demás créditos.
Insisto en que si decides por esta opción de hipoteca de pasivos debes tener plena consciencia de lo que significa pues si no dejas de gastar en boberías y te ciñes a un presupuesto, puedes hasta perder tu casa ¡hay que estar súper abusados!
Recuerda: “No es más rico el que gana más, sino el que sabe gastar”.
Ahora, ya que estás saliendo de deudas, hay que SABER GASTAR
• Los hábitos de consumo, así como las costumbres que se tiene al momento de hacer uso de nuestros recursos pueden hacer la diferencia entre gastar y despilfarrar.
• Lo que tienes que hacer, es asignar prioridades en tus gastos, esto es una estrategia muy eficiente para enfrentar los cambios y aumentos de precios, para lo cual se deben dividir los egresos en tres rubros.
1. Gastos prioritarios. Estos son inamovibles y son a los que se debe dedicar el mayor porcentaje de nuestros recursos, por ejemplo, la vivienda, educación, alimentación y transporte.
2. Gastos de comodidad y estatus. La clase media es susceptible a estos gastos de comodidad. Tomar taxis, comer con frecuencia fuera de casa o pagar comisiones por retiro en cajeros que no son de nuestro banco.
3. Gastos de vanidad. Son los gastos más superfluos y que tienen que ver con el entretenimiento y el gozo, como ir cada fin de semana al cine, los juegos de azar o bien las idas al salón de belleza o el arreglo personal.
• Los gastos de confort y de vanidad son los primeros que se pueden recortar sin dejar por ello, de divertirnos, que a final de cuentas para eso trabajamos. Pero, con una reducción de gastos no necesarios se puede ahorrar por lo menos 4 por ciento y en algunos casos hasta 20 por ciento de egresos mensuales.
• En el primer caso, dejar de comer fuera de casa con tanta frecuencia o salir con más tiempo de casa puede hacernos ahorrar una buena suma a la semana. En el caso del entretenimiento, salir al cine una vez al mes en vez de tres o cuatro, hacer uso de servicios como Netflix o la renta de películas, así como pasar tiempo en familia visitando un parque público.
• OJO: Saber gastar no implica que dejes de divertirte ni de hacer lo que te gusta, sino hacerlo en función de tu bolsillo. Tampoco dejes de hacer un análisis de tus salidas de dinero y acomodarlos en el cajón adecuado para administrar correctamente tus recursos mes con mes. Si ahorras cincuenta pesos a la semana recortando estos gastos, en un año habrás ahorrado por lo menos 2,400 pesos.