Estados Unidos empuja una guerra que no entiende
EE.UU. abre un frente que ni su pueblo pidió ni el mundo está listo para contener.

Protest US Strike On Iran / Chung Sung-Jun
La madrugada del 22 de junio, Estados Unidos bombardeó instalaciones nucleares en Irán. La decisión, ejecutada sin autorización del Congreso, no solo acelera un conflicto que lleva años al borde del estallido, sino que expone una serie de errores estratégicos, militares, políticos y diplomáticos, que podrían costar caro.
Netanyahu: el conflicto como recurso de poder
Desde hace dos décadas, Benjamin Netanyahu ha construido su narrativa política sobre el riesgo existencial que representa Irán. El ataque reciente no fue una sorpresa: lleva años empujando a sus aliados, especialmente a Washington, hacia una confrontación directa. Más que una estrategia regional, es una herramienta para sostenerse en el poder y desplazar la atención sobre los múltiples escándalos que enfrenta dentro de su país.
Trump abandona su propia doctrina
El presidente Trump, quien en 2024 prometió no iniciar guerras y centrarse en lo interno, ha cruzado una línea que incluso sectores de su propio partido consideran imprudente. La operación rompe con la retórica nacionalista y aislacionista del trumpismo clásico, y abre un nuevo frente que puede dañar tanto su campaña como sus alianzas económicas. Ni el Congreso ni el electorado estaban preparados para esta jugada.
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El equilibrio regional se fractura
La respuesta de Irán aún está en pausa, pero su impacto ya se siente. Las amenazas de Teherán sobre cerrar el estrecho de Ormuz, clave para el flujo global de petróleo, no son nuevas, pero esta vez tienen más peso. También se teme una escalada rápida con implicaciones en Siria, Irak, el Líbano y Arabia Saudí. Las alianzas militares están en movimiento. El mapa político de la región podría redibujarse en semanas.
El vacío del derecho internacional
La comunidad internacional observa en silencio. Las Naciones Unidas no han condenado la acción ni han exigido responsabilidades. Este vacío legal, lejos de ser anecdótico, deja abierta la puerta a más intervenciones unilaterales y erosiona lo poco que queda del orden multilateral. Estados Unidos actúa, y el mundo toma nota, nada más.
Una guerra innecesaria, un riesgo real
Lo que comenzó como una operación militar “limitada” tiene el potencial de volverse un conflicto abierto. Y no hay garantías de que alguien tenga el control. En juego no está solo la estabilidad de Oriente Medio, sino la legitimidad del derecho internacional, el precio del petróleo, y la seguridad global.
Esta no es solo una mala decisión. Es un error histórico con consecuencias que apenas comienzan a dibujarse.

US President Donald Trump press conference (Photo by Yasin Ozturk/Anadolu Agency via Getty Images) / Anadolu