¿Cómo transcurre la vida en el sistema de justicia mexicano?
Impacta ver en los juzgados “el número de casos pudriéndose, mojados, empolvados... historias sin justicia”, señala el periodista, Edgar Ledezma

“La justicia local en México está aplastada bajo su propia carga de trabajo”
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Adriana, trabaja en un juzgado de la Ciudad de México, “tiene hora de entrada, pero no de salida”, muchas veces tiene que sacrificar sus fines de semana para terminar su trabajo. Lleva muchos años trabajando en el Poder Judicial y su deseo de hacer las cosas se ha desgastado, incluso algunos de sus compañeros, “cuentan los días para jubilarse”.
En entrevista para “Así las Cosas” con Gabriela Warkentin, el periodista Edgar Ledezma, compartió la investigación titulada “La justicia local en México está aplastada bajo su propia carga de trabajo”, un trabajo hecho como parte del Laboratorio Ibero del Sistema de Justicia.
El resultado de su labor refleja la situación que viven cada día quienes laboran en los juzgados de la Ciudad de México, el cómo se encuentran sus jornadas y sus espacios.
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Entre el llamado personal de base del piso 27 del edificio de Juárez, y sin dar su nombre, comparte la situación de una mujer a quien le angustia el reciente aviso de que le llegarán más expedientes, cuando su espacio laboral es “muy pequeño”, está repleto de papeles y no sabe en dónde va a acomodarlos.
Por ello, el periodista afirma, el sistema de justicia oral tiene que activarse plenamente para desahogar tantos casos.
Respecto a los juzgados, dijo, son “laberintos sofocantes en la Ciudad de México, por la cantidad de gente, papeles, la falta de sillas”.
Situación que también padecen aquellas personas que están llevando un juicio, “terminan cansados sin poder terminar las revisiones”.
La tardanza y el proceso para alcanzar justicia ante un padre violentador, dijo, “es cansado”, por la situación en la que prevalecen estos funcionarios y sus instalaciones juzgados desbordados.
Lo que más impactó a Ledezma, es “el número de casos pudriéndose, mojados, empolvados, cuántas historias sin justicia permanecen ahí, tanto en juzgados penales, civiles, laborales o familiares” ante los cuales confirma “cuando la justicia no es pronta y expedita, no es justicia”.