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  • 27 NOV 2024, Actualizado 20:00

El alcohol y el cerebro: ¿Por qué nos gusta sentirnos “Happy?

El alcohol es una de las drogas más consumidas en el mundo

Al cerebro humano le gustan los efectos del alcohol

Al cerebro humano le gustan los efectos del alcohol(Getty Images)

En entrevista con Martha Debayle en W, Pablo León, médico cirujano especialista en psiquiatría y neuropsiquiatría. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores y jefe del laboratorio de psiquiatría experimental del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.

TW: @psiquiatrialrs // IG: @psiquiatrialrs // Web: www.psiquiatrialrs.com

El alcohol es una de las drogas más consumidas en el mundo, en el último reporte a nivel mundial (2016) se encontró que el 32% de la población se reporta como bebedora habitual (25% de las mujeres y 39% de los hombres).

El promedio de consumo mundial fue de 0.73 bebidas estándar (2 OZ) por día, para las mujeres y de 1.7 bebidas estándar diarias para los hombres.

➔ Efectos emocionales del consumo del alcohol:

En un estudio realizado por la Universidad de Pittsburgh y publicado en la revista Psychological Science, se investigaron los efectos emocionales del consumo de alcohol, en la interacción social de individuos conviviendo en grupos pequeños.

Este es uno de los estudios más grandes realizados a la fecha, en donde se administró alcohol de manera controlada. En este estudio se aplicó un novedoso paradigma: se formaron grupos pequeños para evaluar los efectos socioemocionales del alcohol. 720 bebedores sociales (360 hombres, 360 mujeres) fueron reunidos en grupos de 3, desconocidos entre sí.

○ A cada participante se le administró una dosis moderada de alcohol, placebo o bebida control, que consumieron durante 36 minutos.

○ Las interacciones sociales de estos grupos se grabaron en vídeo y se codificó sistemáticamente la duración y la secuencia de las expresiones faciales y el comportamiento verbal de los interlocutores.

Se demostró que el consumo de alcohol mejoró los comportamientos individuales y grupales asociados con el afecto positivo, redujo los comportamientos individuales asociados con el afecto negativo y aumentó el vínculo auto declarado. Los resultados indicaron que el alcohol facilita la creación de vínculos durante la formación de grupos.

➔ El alcohol desinhibe al cerebro

Beber está socialmente aceptado, pero el alcohol es como cualquier otra droga; termina por afectar al cerebro. Aún hay mucho que se desconoce sobre los efectos del alcohol en el cerebro; pero es bien sabido que a diferencia de otras drogas, que afectan a regiones cerebrales concretas o actúan sobre receptores específicos, el alcohol se extiende por todo el cerebro, lo cual dificulta su estudio.

Se sabe bien que el alcohol funciona como un depresor del sistema nervioso, es decir que suprime o “apaga” la actividad de las neuronas amplificando los efectos de sustancias químicas cerebrales que inhiben la actividad neuronal.

Al mismo tiempo, el alcohol bloquea los efectos de las sustancias químicas excitatorias del cerebro, teniendo un doble efecto de reducción de la actividad cerebral.

El alcohol tiene un efecto bifásico: al principio y en dosis bajas, nos sentimos estimulados, alegres y desinhibidos, pero en cantidades mayores genera somnolencia.

El alcohol puede producir desinhibición al disminuir la actividad de ciertas regiones del lóbulo frontal

➔ ¿Qué pasa en el cerebro?

Con la finalidad de entender más a fondo los efectos de esta sustancia en el cerebro se han llevado a cabo estudios, usando equipos de imagen de alta tecnología que permiten observar el funcionamiento cerebral.

En estos estudios, se ha administrado alcohol por vía intravenosa, mientras los sujetos se encuentran dentro de una secuencia de resonancia magnética funcional.

Se encontró que el alcohol puede producir desinhibición al disminuir la actividad de ciertas regiones del lóbulo frontal, relevantes para el control ejecutivo y el comportamiento.

Así, al inhibir una zona del cerebro que controla nuestras inhibiciones, inicialmente el alcohol nos hace sentir más estimulados. El estado de embriaguez también libera dopamina y aumenta la actividad del cuerpo estriado, una región cerebral clave asociada a los estímulos gratificantes y parte del sistema cerebral de placer y recompensa.

Se ha descubierto que la actividad neuronal del cuerpo estriado está correlacionada con el grado de estimulación que el alcohol genera en las personas. El alcohol también afecta a los centros emocionales del cerebro. En algunos estudios se ha demostrado que el alcohol atenúa las respuestas neuronales de una pequeña zona del cerebro llamada amígdala, encargada de la generación del miedo y la angustia.

Se sabe entonces, que un poco de alcohol puede ayudarnos a ser menos sensibles al rechazo o a la ansiedad social. Pero también puede dar lugar a conductas agresivas o comportamientos inadecuados cuando se ha bebido demasiado.

➔ El contexto social también es relevante:

El efecto del alcohol no solo es bioquímico, los seres humanos somos una especie social. En términos generales, buscamos y disfrutamos la convivencia e interacción con nuestros pares; estar rodeado de otras personas puede ser de por sí satisfactorio, y el alcohol parece amplificar las sensaciones positivas, además de asociarse conductualmente con estos escenarios.

El consumo, también es una convención social que transmite a los demás la señal de que estamos entrando en un ánimo relajado y de confianza. Esto hace que no se necesiten dosis altas para notar efectos positivos en el estado de ánimo.

Un estudio hecho en los años 70´s preguntó a los participantes cómo se sentían después de beber solos o en grupo.

Cuando las personas bebían solas, hablaban más de los efectos fisiológicos, como el mareo o las alteraciones psicomotoras, que de los cambios en el estado de ánimo. Pero cuando bebían en grupo, hablaban más de sentirse eufóricos y no de los efectos corporales.

El alcohol es un estimulante de interacción social

➔ Tomar con responsabilidad:

● Aunque los estudios demuestran que ninguna cantidad de alcohol es saludable y que los trastornos por consumo de alcohol pueden ser graves y en algunos casos mortales, el uso de alcohol de manera responsable se asocia menos con escenarios problemáticos.

Algunas recomendaciones para beber responsablemente son:

○ Tener un plan desde el inicio. ¿Cuánto vas a beber y por cuánto tiempo?

○ ¿Cómo volverás a tu casa?

○ Estas decisiones deben de tomarse de manera anticipada.

○ Hidratarse adecuadamente y comer antes de beber. Esto ralentiza el metabolismo del alcohol.

○ Conoce tu nivel de tolerancia y controla el consumo.

○ Evitar el consumo como respuesta o medida de afrontamiento a situaciones o emociones negativas y difíciles.

Leer más: Mientras más alcohol, ¿más se atraen los hombres entre ellos?

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