Cabuya Rooftop: la terraza en la Condesa donde la CDMX se siente como playa
Entre cocteles tropicales, cocina marina y una vista privilegiada, Cabuya Rooftop se convierte en uno de los restaurantes imperdibles de la Ciudad de México

Cabuya Rooftop / Viviana Hernández Bran
Cabuya Rooftop no tiene mar, pero lo evoca. No hay arena bajo los pies, pero sí una sensación clara de escape. Este rooftop en la Condesa, ubicado en lo alto de un hotel, consigue algo poco común en la CDMX: suspender el ritmo de la ciudad y reemplazarlo por una atmósfera relajada, luminosa y deliciosamente playera. Aquí se viene a comer bien, a beber mejor y a mirar la ciudad desde otra perspectiva.
Llegar a Cabuya Rooftop es parte del ritual. Desde la calle no hay señales evidentes ni anuncios estridentes. El camino correcto comienza en el lobby del hotel Andaz Condesa, donde el elevador se convierte en antesala de la sorpresa. Basta subir al último piso para que la ciudad cambie de tono.
Al abrirse las puertas, el espacio se despliega con una armonía casi hipnótica: madera, plantas, luces cálidas y ventanales monumentales que enmarcan una de las vistas más bonitas de la Ciudad de México. Todo está cuidadosamente distribuido, sin excesos ni artificios.

Cabuya Rooftop / Viviana Bran
Una atmósfera que transporta (sin salir de la ciudad)
Hay terrazas bonitas y luego está Cabuya. Aquí, el diseño no busca impresionar sino desconectar. El mobiliario de madera, los colores terrosos, la vegetación viva y la distribución abierta logran una sensación difícil de explicar pero fácil de sentir: por momentos, la Condesa desaparece y aparece la ilusión de estar lejos, muy lejos.
Todo fluye: la música, el servicio, el ritmo pausado de las conversaciones. Es un espacio ideal para una comida deliciosa y fresca, una charla sin prisa o un coctel que se alarga hasta que cae la noche.

Cabuya Rooftop / Viviana Bran
Hospitalidad que se agradece desde el primer minuto
Uno de los grandes aciertos de este espacio es su servicio. Desde la llegada, el personal se muestra atento, cercano y genuinamente dispuesto a guiar la experiencia. Aquí no hay prisas ni recomendaciones automáticas: escuchan lo que te gusta, sugieren con criterio y acompañan sin invadir.

Atención en Cabuya / Viviana Bran
Cocina marina, fresca y bien pensada
La propuesta gastronómica aquí gira, principalmente, alrededor del mar. Pescados y mariscos son los protagonistas, trabajados con respeto, técnica y una clara intención de frescura. No se trata de platos abrumadores, sino de combinaciones equilibradas que invitan a compartir y a probar más de uno.
En la mesa desfilan ceviches, tostadas y pescas del día que apuestan por sabores limpios y contrastes bien logrados. Las proporciones son justas: ideales para satisfacer el antojo y construir una comida a partir de varios tiempos. Si el hambre es mucha, la recomendación es clara: pedir más y dejarse llevar.
El diálogo entre lo salino y lo dulce funciona especialmente bien. Hay platos que se complementan entre sí y postres que no saturan, sino que cierran con ligereza y elegancia.
En nuestro caso, nosotros comenzamos con un ceviche de pulpo y camarón, limpio, refrescante y bien equilibrado. Los mariscos se sentían frescos, casi recién salidos del mar, con esa acidez precisa que despierta el apetito sin saturarlo.

Ceviche pulpo y camarón / Viviana Bran
Le seguimos con un ceviche tatemado de pesca curada, más profundo y complejo. Aquí el sabor ahumado aparece de manera sutil, sin robar protagonismo al pescado. Es un plato que se disfruta despacio, capa por capa.

Ceviche tatemado / Viviana Bran
Para el cierre dulce, llegaron dos postres que jugaron a contrastar texturas y emociones. El cheesecake de frutos rojos es suave, equilibrado y nada empalagoso, con una acidez delicada que limpia el paladar. El GG Cake, un bizcocho de chocolate y almendra, es más intenso, suave al paladar, reconfortante y perfecto para quienes buscan un final más profundo y goloso.

Postres Cabuya / Viviana Bran

Postres cabuya / Viviana Bran
Las bebidas merecen capítulo aparte. Desde el primer sorbo, los cocteles refuerzan esa sensación de estar lejos de la ciudad. Probamos un Limoncello Spritz, fresco, ligero y burbujeante, ideal para el calor y para acompañar mariscos, y un Mazunte, con notas tropicales de frutos rojos.

Bebidas Cabuya / Viviana Bran

Bebidas Cabuya / Viviana Bran
De tarde tranquila a noche festiva
Durante el día, este restaurante es calma, luz y contemplación. Pero conforme avanza la tarde y el sol se esconde, el espacio cambia de energía. Después de las ocho de la noche, la música sube de volumen y se enciende al ritmo del DJ, el ambiente se vuelve más animado y la terraza se transforma sutilmente en un punto de encuentro más festivo.
Es un lugar versátil: funciona igual para una cita, una reunión entre amigos o una cena especial. Y si la intención es prolongar la noche, Cabuya responde.

Vista Cabuya / Viviana Hernández Bran
Una vista que lo dice todo
Tal vez no lo mencionamos con tanto interés al principio de esta nota, pero, no puedo terminar esta nota sin hablar de la vista que tiene Cabuya, y es que la panorámica de la CDMX desde lo alto es simplemente espectacular. De día, luminosa y expansiva; de noche, vibrante y casi cinematográfica. Es ese tipo de escenario que convierte una cena en recuerdo y un coctel en experiencia.
Si la idea es sorprender, a alguien o a uno mismo, con una cena distinta, este lugar cumple con creces.

Panorámica de la CDMX / Viviana Hernández Bran
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