;
  • 22 NOV 2025, Actualizado 18:21

ENTREVISTA W | Magia y manifestación en el arte: el collage pictórico de Antonio Fräppa

Antonio Fräppa reflexiona sobre el recuerdo, el dolor, el impulso creativo y la disciplina del collage para explorar cómo el arte puede provocar aquello que aún no sucede.

ENTREVISTA W | Magia y manifestación en el arte: el collage pictórico de Antonio Fräppa

«Creo que primero tendría que hablar acerca del collage, antes, incluso, de presentarme como persona.» 

Antonio lleva puesta una chamarra estilo militar que recuerda los elegantes diseños de Hugo Boss en los años cuarenta. Es color azul, y de ella cuelgan insignias que no alcanzo a identificar con precisión. Nos encontramos en la colonia Petrolera de Azcapotzalco hacia las seis de la tarde de un lunes inusualmente frío en la Ciudad de México. Me ha recibido en su casa que es además su lugar de trabajo.

Aunque hoy abundan los entusiastas del collage en sitios web y colectivos, son pocos quienes ejercen el oficio con el rigor que merece y todo lo que eso implica: dejar la vida en la obra y sostener la búsqueda de la posteridad.

Me cuenta de esa vez que quiso asesinar a su yo artístico. Los problemas con la bebida han pavimentado buena parte de su trayectoria. En aquella ocasión, un Antonio totalmente alcoholizado destruyó la obra que iba a exponer en el extinto recinto Balderas 108. Su intención era acabar con ese ser del pasado que le atormentaba en aquel momento. No sucedió. «Lo atraje aún más y todo el mundo pensó que se trataba de un acto artístico eso de la destrucción de mi obra». De aquel lejano recuerdo la memoria es hoy manifestación y poderoso símbolo de protección, la última línea de defensa.

Antonio Fräppa (AF): Me llamo Antonio; desde hace 22 años soy Antonio Fräppa, un seudónimo que ya adopté como apellido. Soy artista autodidacta de Azcapotzalco. ¿Cómo me presentaría? Pues como alguien con mucha curiosidad creativa y muy chambeador en eso del arte, desde una posición muy independiente. Algo así, yo creo.

Es el artista Antonio Fräppa, director de la Sociedad de Collagistas Mexicanos. Ha expuesto obra en más de cinco países y en varios lugares de México. Renunció a la escuela de artes La Esmeralda a los 11 meses para encontrar su camino en la autodidaxia. La simbología religiosa, la muerte y el erotismo son elementos clave dentro del saturado uso de recortes en cada una de sus piezas. Te mostramos eso que hay detrás de estas imágenes de dolor, pérdida y reconstrucción de la existencia de un hombre que ha aprendido a crear lo que él ha llamado su «mitad faltante». Este es un trabajo exclusivo de W Radio.   

En la casa hay parte de su obra. Al entrar por el zaguán, notas el rastro de su trabajo. Una mesa, material, virutas regadas por el suelo. También un letrero que hace sentir al visitante el cálido recibimiento de una madre o unos abuelos: «Bienvenido a mi casa». Al cruzar la puerta principal hay una sala y un comedor con algunos objetos de Antonio distribuidos en las sillas. Alrededor, fotografías familiares, muchas de ellas de otro tiempo, muchas de ellas de personas que no me atrevo a preguntar todavía quiénes son. Y al fondo, un restirador, libros, más material y collages por todos lados.

Eduardo Marceleño, W Radio (WR): ¿Habrías sido el mismo artista si te hubieras quedado en La Esmeralda?

AF: Lo que me hubiera dado la escuela serían contactos y más facilidades para exponer o dar clases. Cuando entré a La Esmeralda llevaba 15 años haciendo collage por mi cuenta. Tal vez hubiera sido más fácil en lo social, porque sin academia es un trabajo muy solitario. Aunque a veces me junto con gente afín al collage y al arte, la creación sucede en el encierro.

WR: Muchos artistas que han trascendido vienen de la autodidaxia, y eso es valioso, porque el ser busca sus propias formas y caminos de expresión. Creo que la escuela, aunque útil, también puede limitar el desarrollo natural del arte. ¿Qué opinas?

AF: A fin de cuentas no deja de ser una caja. Antes de desarrollar mi carrera autodidacta sí intenté entrar a la escuela. Hice examen para la UAM* en Diseño Gráfico, lo más cercano a artes, y apliqué para la ENAP*. Ya no me tocó el pase automático, así que tuve que hacer examen. Fui enfermo, con fiebre. Esas cosas me ponen nervioso. Y el examen tenía preguntas que no tenían nada que ver con arte. Me frustró porque era justo todo lo que quería evitar: matemáticas, cosas así.

Antonio recuerda que suman más de veintidós años dedicados a esto. Hay que agradecer a esas instituciones que no lo aceptaron dentro de sus filas, de ese grupo de ilustrados. Hoy, es el principal expositor del collage pictórico de México, y una referencia obligada para cualquier artista que quiera incursionar en esta disciplina en el mundo.

Antonio Fräppa, Azcapotzalco, Ciudad de México, 1985. Todo su trabajo es autorreferencial. Veo que su obra ha sido colocada en marcos antiguos. Algunos de estilo barroco. Él se encarga de todo. Antes, una vez, llevó a enmarcar su trabajo a uno de tantos lugares donde enmarcan obra. Le pareció una falta de respeto el trato que le dieron a sus collages. Desde ahí, el se encarga del resto. Si crees en el pensamiento mágico, aquí viene uno.

Aquellos viejos marcos los ha encontrado en lugares distintos y han sido cargados energéticamente en el cementerio. Si observas su obra, la simbología juega un papel determinante. Más carga energética.

AF: «Son anécdotas, toda mi chamba es autorreferencial».

Me dice, y luego echo un vistazo a unos cuadros acomodados por el suelo. Distingo uno, el Angelito Negro, pieza ofrendada al altar de Lucifer con sede en Tepito. También hay piezas con cristos e imágenes religiosas. Algunas letras.

WR: ¿Cómo llegaste al altar de el Angelito Negro?

AF: Fue en un sueño. Estaba necesitado de un guía espiritual y pedí una señal. Esa noche me fui a dormir. Soñé con las manos del demonio, las sujeté y sentí paz. Luego fui a buscarlo a Tepito, conocí a Chino*, y en el altar, ofrendé mi pieza a Lucifer.

Ofrenda al Angelito Negro por Antonio Fräppa

Fräppa insiste en que todo su trabajo es autorreferencial. Me sorprende la facilidad con que lo cuenta, y no hace sino despertar mayor interés por él. Emplea esa palabra, autorreferencial.

AF: Mi obra son cosas que he vivido, que me han impactado, algunas, traumatizado. Siento que tengo muchos vacíos, muchos abandonos. Si ves mi obra, hay saturación, exceso de elementos. Aunque tengan sentido, siempre está esa necesidad de llenar vacíos. No conozco a mi padre, por ejemplo, y siento que me falta una mitad. Esa mitad la he estado inventando, buscándome, creando respuestas; reconstruyendo mi existencia. La vida es lo que me impacta, lo que me mueve y también lo que me aterra. He pasado por algunas cosas. Me enfoco en lo violento, lo conflictivo, incluso en los artistas, cuando leo sobre ellos, me interesa su parte conflictiva, emocional, interna. Al principio me influí en la idea romántica del artista bohemio, esa del pobre, borracho, mujeriego. Me clavé con Modigliani. Me enamoré de ese personaje que vivía al margen.

WR: Hablando de tu proceso creativo, en muchos de tus trabajos hay imágenes encontradas o contrapuestas: arriba, abajo, izquierda, derecha. ¿Esta situación tú la impones como un significado o es producto del accidente creativo, y de pronto se encuentran las dos figuras una en contra de la otra?

AF: Creo que tiene que haber control del trabajo, pero también dar espacio a eso que se va desarrollando, a dejar que la intuición sea la guía. Tal vez ahora, al descubrir la cuestión técnica en eso del collage (de no pegar por pegar, sino tener herramientas específicas para hacerlo),  es parte del control que yo puedo tener sobre la obra.

WR: Puede que lo siguiente sea una pregunta básica, pero creo que no lo es tanto si te encuentras con un lector curioso: ¿de dónde obtienes tu materia prima? Claro, tu materia prima son las vivencias, las anécdotas, pero ¿en dónde encuentras el material para recortar? ¿De dónde sustraes tus imágenes?

AF: En su mayoría en las librerías de viejo. Pero de cualquier lugar donde haya libros. Conforme fui creando me fui percatando de lo que necesitaba. Es un cosa obsesiva el no parar con los libros. Tengo suficientes como para no comprar más, pero soy muy goloso en eso. Donde veo oportunidad de obtener material, lo tomo. Si voy a alguna inauguración de cualquier cosa y veo que hay flyers, si me sirven, los tomo. En su mayoría son librerías, pero me he encontrado material también en los tianguis, en casas o bibliotecas. Yo no tengo problema en que, si veo que en una biblioteca tienen cinco tomos del mismo libro, tomo uno. Y busco la forma de llevármelo y quedármelo. Yo no tengo medidas en esa cuestión de la ilegalidad o de lo correcto o lo incorrecto.

WR: Es parte de tu trabajo estar en ese escenario, ¿no?

AF: Sí, porque es crear historia.

WR: Si lo vemos desde un lugar místico, sería una señal, como si el libro te hablara, quizá te pida que te lo lleves.

AF: Sí, y también siempre intento explicarle a las personas estos actos impulsivos, pero necesarios para el trabajo. Igual agarro un libro y lo regreso como obra. Entonces sí, mi material lo obtengo desde donde lo encuentre.

Fräppa para W Radio

Por lo demás, Fräppa cuida todo el proceso. Desde el recorte hasta la enmarcación, incluso hasta a quiénes le vende su obra. Por una razón más metafísica que monetaria.

AF: Cuido todo el proceso. Es mi vida la que se va a vender, no sé a qué manos va a llegar y tampoco tengo la certeza de que vayan a valorar como yo valoro mi trabajo, porque sé lo que implica esa forma mágica. Es decir, sé que puede provocar mucho, entonces es mejor que lo tenga yo. 

WR: Lo veo. Y en ese sentido, teniendo en cuenta lo que dices sobre la carga energética, ¿qué tanto peso tiene el pensamiento mágico en tu trabajo, en tu persona, en tu disciplina y, en general, en el arte?

AF: Pues debería tener todo el peso. Me di cuenta que podemos provocar cosas.  Personalmente he provocado muchas cosas a través de mi obra, por los elementos que pongo. Como es autorreferencial, fuera de esa cuestión ególatra, es esa búsqueda interna. Me di cuenta que a veces provocaba situaciones que me han sucedido por elementos que he puesto en mi obra.

WR: Un ejemplo.

AF: Pienso que si tú te representas en un cuadro o a través de palabras o en una foto, como tú te representes es como se va desarrollando tu existencia.Si te pasó algo jodido, por ejemplo, mis problemas con el alcohol… Usaba elementos de botellas, de peleas, pero en lugar de alejarlo, lo seguía atrayendo.

WR: Al final el arte es manifestación.

AF: Exactamente, sí. Y tú puedes seguir mostrando esa parte oscura de las cosas, pero también debes de protegerte de todo eso.

WR: ¿Cómo te proteges?

AF: A través de los recortes.Si voy a poner una botella en mi mano, mis problemas con el alcohol (llevo ocho años trabajando eso), entonces, si quiero representarme otra vez con problemas con la bebida, en lugar de poner una botella llena o entera, la pongo rota.

WR: Símbolos contra símbolos.

AF: Exactamente. Lo que decías hace rato.

Fräppa Collaxe pictórico

*UAM. Universidad Autónoma Metropolitana. *ENAP, Escuela Nacional de Artes y Diseño. *Chino, host y fundador del altar del Angelito Negro.

El siguiente artículo se está cargando

W Radio México
En vivo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad