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  • 20 NOV 2025, Actualizado 04:25

Claves para entender y elegir la gema perfecta, incluyendo las polémicas gemas de laboratorio

Diamantes blancos y de color: Una guía esencial de las 4 C, claridad y el futuro de las gemas de laboratorio

Claves para entender y elegir la gema perfecta, incluyendo las polémicas gemas de laboratorio

La adquisición de una joya, especialmente si incluye diamantes o piedras preciosas, es más que una simple compra; es la materialización de un momento o un sentimiento. Sin embargo, el mundo de las gemas puede resultar complejo. Gracias a una oportunidad de Royal Caribbean para asistir al crucero de Serenade of the Seas, fue que pudimos asistir a una charla que se realiza a bordo en donde un especialista en la materia, nos dio una suerte de guia para el consumidor, ya que a voz de este, los cruceros—son lugares privilegiados para el shopping de lujo—destacando que entender la formación y las características del diamante son la clave para tomar una decisión informada y valiosa.

Los diamantes, reconocidos como la sustancia más dura conocida por la humanidad y formados en el corazón de la tierra bajo un calor y una presión inmensos, llegan a la superficie a través de chimeneas volcánicas, conocidas como “Tubos de Kimber”. Esta rareza geológica convierte a cada diamante en un tesoro. Pero, ¿qué define el valor de esta gema? Los profesionales insisten en la importancia de las cuatro C:

  • Corte
  • Color
  • Claridad.
  • Y carat (Quilates en inglés)

¿Cómo afecta el corte al brillo de un diamante?

El corte (Cut) es el único de los cuatro factores que depende enteramente del ser humano. La naturaleza crea la piedra, pero el hombre dicta su belleza. Un corte ideal permite que la luz entre en la gema, “baile” en su interior y se refleje hacia el observador, creando ese característico fulgor que tanto se valora.

No debemos confundir el corte con la forma (redonda, princesa, pera, corazón, etc.). El corte se refiere a cómo interactúa la luz con las facetas de la piedra. Un diamante muy profundo o muy ancho pierde luz, volviéndose opaco. El corte perfecto garantiza que la luz se refleje en todo el espectro, maximizando su brillo.

¿Qué significa la escala de color D a Z en un diamante blanco?

Al hablar de diamantes blancos, la escala de color GIA (Gemological Institute of America) clasifica la pureza del color, curiosamente, iniciando en la letra D.

  • El diamante D es el más blanco, transparente y, por lo tanto, el más raro y costoso.
  • El color avanza hasta la Z, donde la gema puede mostrar un ligero tinte amarillento o ámbar debido a la concentración de nitrógeno.

Un consejo de los expertos: el metal en el que se engasta el diamante puede alterar su percepción de color. Un diamante de coloración alta (cerca de la D) en oro amarillo absorberá ese tono, luciendo más amarillo y perdiendo valor visual. Si la intención es montarlo en oro amarillo, se recomienda elegir un diamante con un tono más cercano al final de la escala (K a O), permitiendo un ahorro sin sacrificar significativamente la apariencia.

¿Por qué la claridad de un diamante es tan importante?

La claridad (Clarity) hace referencia a las inclusiones, esas pequeñas marcas o puntos negros internos que son, de hecho, las huellas dactilares naturales del diamante, evidencia de su formación geológica.

  • Los diamantes Flawless (FL) son impecables, sin ninguna inclusión visible, siendo los más valiosos.
  • Los I3 (Included) presentan inclusiones visibles.

Si bien las inclusiones son un signo de autenticidad, generalmente se buscan diamantes con la menor cantidad posible. No obstante, el especialista abordo contó una anécdota de un joyero que regaló un anillo con una inclusión visible a su esposa para simbolizar que “no tiene que ser perfecto para ser hermoso” recordando que el valor más profundo puede ser el sentimental. Además, un corte bien ejecutado puede ocultar inclusiones, permitiendo al comprador acceder a un diamante de buena apariencia a un precio más accesible (I3).

El auge de los diamantes de laboratorio y de color

Una tendencia en auge es el diamante de laboratorio. Lejos de ser “de segunda mano”, estos diamantes se crean acelerando el proceso natural de la Tierra, utilizando un fragmento de diamante natural, calor y presión controlados. La gran ventaja es que, al controlar el proceso, es posible obtener diamantes con las características de color y claridad más altas (color D y Flawless) por una fracción del costo del diamante natural.

Finalmente, los diamantes de color —amarillo, azul o el enigmático rosa— son exponencialmente más raros. En estos casos, el factor principal de valor es la intensidad del color. El amarillo es asociado con la alegría (debido al nitrógeno), mientras que el azul simboliza la tranquilidad. En el caso del zafiro, otra gema popular, la variedad roja se conoce simplemente como rubí, siendo químicamente la misma piedra.

Esperamos que con esto ya puedan tener una noción más clara de que se puede adquirir una gema molecularmente idéntica, de máxima calidad, o elegir entre una pieza con alta claridad o un corte superior, permite una decisión personalizada y que se ajuste al presupuesto.

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