De miembro de Al-Qaeda a presidente Sirio, visita a Trump en la Casa Blanca
Visita histórica a la Casa Blanca: Donald Trump recibe a su contraparte siria: Ahmed Al Sharaa

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió a su homólogo sirio, Ahmed Al Sharaa, en la Casa Blanca este pasado lunes 10 de noviembre. Esta visita es un hecho histórico , pues es el primer líder de Siria en visitar la Casa Blanca desde la independencia del país en 1946. Aunado a esto, Al Sharaa es un excombatiente rebelde que lideró la coalición rebelde islamista que derrocó a Bashar al Asad en diciembre pasado por quien se ofrecían 10 millones de dólares por su cabeza, ahora es recibido por Washington en su primera visita oficial.
Tras el encuentro a puerta cerrada, Trump expresó su simpatía: “Me cae bien”, y afirmó que Al Sharaa, quien “puede lograrlo, realmente lo creo”, es la clave para que Siria se convierta en un país “muy exitoso” después de 14 años de guerra civil. El mandatario estadounidense defendió el pasado del líder sirio, señalando que “sin un pasado difícil no tiene Siria ninguna oportunidad”. Esta muestra de simpatía ya había sido expresada por Trump durante el primer encuentro entre ambos en mayo en el Golfo Pérsico.

Protocolo discreto y asistentes clave
La reunión se llevó a cabo con una notable discreción y a puerta cerrada. Al Sharaa llegó a la Casa Blanca a las 11:37 hora local de Washington D.C. , ingresando por una entrada lateral sin el protocolo habitualmente reservado a jefes de Estado. Tampoco se invitó a los periodistas a la Oficina Oval, al contrario de lo que es costumbre.
El presidente sirio se retiró cerca de las 13:20 hora local y se detuvo brevemente para saludar a sus simpatizantes. La reunión en el Despacho Oval contó con la presencia de figuras clave de ambos gobiernos, incluyendo al ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Asaad al-Shaibani, el vicepresidente estadounidense JD Vance y el enviado estadounidense para Siria, Tom Barrack. En un breve comunicado, la presidencia siria indicó que se discutieron “las maneras de desarrollar y fortalecer” la relación bilateral y “varios temas regionales e internacionales de interés común”. Dando a entender que fue una reunión grata y productiva.

Suspensión de sanciones hacia Siria
En el marco de la visita, el Departamento de Estado anunció una nueva pausa de 180 días en las sanciones estadounidenses impuestas por la Ley César, que castiga los vínculos comerciales con el gobierno sirio, y que ya había sido suspendida temporalmente en mayo. El gobierno de Trump aspira a una derogación completa de esta ley del 2019, que excluye a Siria del sistema bancario internacional. Sin embargo, su eliminación definitiva requiere una votación del Congreso, donde el tema genera división.
Actualmente, se debaten dos proyectos en el Senado: uno, impulsado por la senadora Jeanne Shaheen, que promueve el levantamiento incondicional de las sanciones, y otro, presentado por el senador Lindsey Graham, que las sometería a revisiones semestrales.

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Cooperación antiterrorista
La visita sienta las bases para una estrecha cooperación militar y diplomática entre ambos países. Un funcionario estadounidense informó que Estados Unidos permitirá a Siria retomar las actividades de su embajada en Washington para una mayor coordinación en seguridad y contra el terrorismo. Además, Siria anunció su compromiso de unirse a la Coalición Global para Derrotar a ISIS , lo que permitirá una mayor coordinación militar, incluyendo el trabajo con las Fuerzas Democráticas Sirias. Según otra fuente diplomática, Estados Unidos también planea establecer una base militar cerca de Damasco para coordinar ayuda humanitaria y observar los avances entre Siria e Israel.

El pasado de Al Sharaa
El acercamiento diplomático ocurre a pesar del pasado de Ahmed Al Sharaa. El líder sirio, de 43 años, alguna vez fue un combatiente rebelde que fue detenido por fuerzas estadounidenses en Irak en 2005 por sus vínculos con el grupo terrorista Al Qaeda.
Hasta diciembre pasado, el FBI ofrecía una recompensa de $10 millones por su arresto como líder del grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS), la antigua rama local de Al Qaeda. No obstante, Washington retiró a Al Sharaa de su lista negra de terroristas el viernes anterior a la visita, y el Consejo de Seguridad de la ONU también levantó las sanciones en su contra por iniciativa de Estados Unidos.
Desde que asumió la presidencia interina, Al Sharaa se ha esforzado por proyectar una imagen moderada, rompiendo con su pasado y abriéndose a Occidente y a Estados como Israel, aunque también se reunió en Moscú hace menos de un mes para “redefinir” la relación de Siria con la Rusia de Vladimir Putin, aliado de Bashar al Asad.

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