¿Del amor al odio solo hay un paso?
¿Alguna vez pasaste del amor al odio?

¿Del amor al odio solo hay un paso? / Manu Vega
Dicen que el amor y el odio son opuestos, pero en realidad… están más cerca de lo que imaginamos. ¿Te ha pasado que alguien que amabas con todo tu corazón se convirtió en la persona que más te dolía ver o recordar? No estás solo.
El psicoterapeuta y tanatólogo Mario Guerra, experto en relaciones humanas y emociones, explica que el amor y el odio no son polos contrarios, sino emociones que nacen de la misma fuente: la conexión profunda con el otro. Cuando una relación se rompe o decepciona, esa energía que antes se expresaba como amor puede transformarse en enojo, frustración o resentimiento.
¿Por qué pasamos del amor al odio?
Cuando amamos, invertimos tiempo, confianza y una parte esencial de nosotros. Por eso, cuando sentimos traición, abandono o desilusión, el dolor se transforma en una defensa emocional: odiar parece más fácil que aceptar la pérdida.
Además, en las relaciones intensas, las emociones extremas están siempre a flor de piel. El mismo vínculo que une también puede herir con la misma fuerza, y es que solo quien nos importa tiene el poder de lastimarnos así.
Lo que el odio realmente esconde
El odio, muchas veces, es amor herido. Detrás de la rabia o el rencor suele haber tristeza, decepción o miedo a volver a sufrir, entender esto no significa justificar el enojo, sino reconocer que cada emoción tiene un mensaje: el de sanar, soltar y reconstruirse desde un lugar más consciente.
Y tú, ¿alguna vez pasaste del amor al odio? Cuéntanos tu historia, reflexiona y recuerda: entender tus emociones es el primer paso para sanar tu corazón.
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