Javier Duarte solicita su liberación anticipada: así avanza el proceso de preliberación desde el Reclusorio Norte en la Ciudad de México
Duarte, detenido en 2017 en Guatemala después de varias semanas prófugo, se convirtió en uno de los casos emblemáticos de desfalco y corrupción.

Javier Duarte
Javier Duarte busca preliberación desde el Reclusorio Norte
El exgobernador de Veracruz, Javier Duarte Ochoa, solicitó formalmente su liberación anticipada desde el Reclusorio Norte, en Ciudad de México, donde permanece recluido tras recibir una condena de nueve años por asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Duarte, detenido en 2017 en Guatemala después de varias semanas prófugo, se convirtió en uno de los casos emblemáticos de desfalco y corrupción, marcando una etapa oscura en Veracruz y generando polémicas sobre el manejo político de la justicia en México.
La solicitud fue presentada ante una jueza federal especializada en ejecución de penas, quien deberá evaluar si el exmandatario cumple con los criterios necesarios para acceder al beneficio de preliberación. El proceso quedó ahora en la curva crítica donde la argumentación legal se enfrenta con la memoria pública de un gobierno señalado por desvíos millonarios, complicidades internas y una red que, según investigaciones, operó, durante su administración para desviar recursos estatales
¿Qué argumenta la defensa de Duarte?
Conviene decir que la defensa de Duarte sostiene que el exgobernador ya ha cumplido con el periodo mínimo de la sentencia requerido para aspirar a la preliberación y que su estancia en prisión ha sido marcada por buena conducta, participación en actividades internas y ausencia de reportes disciplinarios. Esta narrativa legal se apoya en la Ley Nacional de Ejecución Penal, que contempla beneficios para personas privadas de la libertad que acrediten avances en reintegración social y comportamiento estable.
El equipo legal también plantea que, más allá del impacto mediático del caso, la sentencia que mantiene a Duarte privado de la libertad ya está jurídicamente acotada, sin procesos vigentes que lo mantengan retenido de manera automática. Bajo ese argumento, la defensa busca reposicionar el caso como un símbolo político, sino como un expediente técnico que debe evaluarse bajo parámetros legales objetivos. En otras palabras, buscan que la jueza valore el expediente, no el peso histório o emocional que Duarte tiene para la opinión pública.
La Fiscalía se opone: busca frenar la salida anticipada
En tanto, la Fiscalía General de la República (FGR) presentó una impugnación formal contra la solicitud de preliberación. El argumento es que aunque Duarte haya cumplido una parte significativa de la condena, existen elementos judiciales y líneas de investigación que podrían reactivarse si se concede la salida anticipada. La postura de la FGR es clara: liberar al exgobernador entorpecería procesos pendientes o dar lugar a la evasión de responsabilidades adicionales.
Además, la Fiscalía expone que el caso Duarte no puede tratarse como un expediente ordinario debido a la dimensión administrativa y política del daño atribuido a su gobierno. Bajo esta perspectiva, la liberación anticipada no solo tendría impacto legal, sino también efectos públicos y perceptivos en torno a la lucha contra la corrupción en México. En síntesis, la FGR sostiene que aún hay cuentas que aclarar y que una salida prematura enviaría un mensaje de fragilidad institucional.

Javier Duarte como gobernador de Veracruz
Qué sigue en el proceso judicial
La audiencia para definir el futuro de Duarte se llevará a cabo en los próximos días y será determinante. La jueza deberá analizar varios factores de manera conjunta:
- Tiempo de sentencia cumplido
- Conducta dentro del penal y reportes oficiales
- Riesgo de fuga o reincorporación a redes políticas externas
- Existencia de investigaciones abiertas o reactivables
Este tipo de audiencias suele ser técnica, pero en casos de alto perfil, cualquier resolución se convierte automáticamente en un hecho político. El fallo no solo determinará si Duarte permanece dentro del Reclusorio Norte o sale bajo supervisión, sino que también marcará una señal sobre el rumbo actual de la justicia en temas de corrupción de alto nivel.
Escenarios posibles: ¿sale o no sale Duarte?
Si la jueza concede la preliberación, Duarte podría salir en libertad bajo condiciones específicas, como firma periódica, restricción de movilidad e incluso prohibición de involucrarse en actividades políticas o administrativas. Sería una libertad supervisada, no absoluta.
Si la solicitud es rechazada, el exgobernador deberá continuar su condena hasta que el cómputo de su sentencia se agote o hasta que se defina la situación de otros procesos secundarios. En ese escenario, la Fiscalía podría utilizar el tiempo para reactivar expedientes, fortalecer pruebas o movilizar nuevas carpetas.
Un caso que nunca termina de cerrarse
El expediente Duarte ha sido, desde el inicio, un termómetro de la relación entre corrupción, poder político y sistema judicial en México. Ha pasado por extradiciones, negociaciones, reducciones de pena y decisiones judiciales que han sido interpretadas como señales de cómo opera la justicia cuando se sienta a la mesa con figuras de alto nivel.

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