6 Citas en Bumble que nadie pidió: Cómo empatan las lecturas de Houellebecq, el deseo bajo demanda, y la espantosa realidad del internet | Días Extraños
Inmediatez y caducidad. Hipersexualización. Ansiedad de validación.

Houellebecq y Bumble
Citas en línea, los estándares pueden ser elevados. Las exigencias de unos contrastan con las de otros. Cine, caminatas, cafés, cocteles y viajes. Hiking. Adictos a la lectura y madres solteras. Expertos en arte. Rubias y morenas, robustas y delgadas; modelos con carita de revista.
Perfiles ideológicamente contrapuestos, izquierda y derecha. Hay quién es más atrevido, y exhibe la religión que profesa. También hay hombres que muestran la cartera. Carros de dos plazas y fotos en yates. Los sitios tendencia de comida son muy importantes en todo este asunto. Malas y no tan malas intenciones. Uno que otro precavido y muchos otros no tanto. Descripciones de lugares comunes que se reproducen como ratas cada dos swipes. La frivolidad aquí es una fiesta.
Personalidades alineadas a la narrativa moderna se promueven como alternativas en el mercado del apareamiento. Nuevas categorías bombardean sitios como Bumble, dándose a desear. Ejemplos hay muchos: La burguesa show-off, el burgués bohemio, el eco-responsable; el tecno zen, la dicotequera gay friendly, el satanic geek...
¿Qué van a decir los biógrafos de todos ellos? Nunca lo sabremos.
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Inmediatez y caducidad. Hipersexualización. Ansiedad de validación. El otro día leí un concepto nuevo: ‘gamificación del amor’, que no es otra cosa que la adicción a la búsqueda cada vez más desesperada de nuevos perfiles, como si se tratara de un videojuego emocional, esto gracias a las dinámicas de juego como los likes, los matches y las recompensas.
A nadie parece importarle. Para una aplastante mayoría, estos temas no tienen nada de interesante. Y puede que tengan razón. Sigamos.
UNO. En la Antártida alguien hizo match. Es en serio. Fue el primer match registrado en la historia del continente. Se trata de un científico que tras coincidir con una colega al otro lado de la pantalla, decidió permanecer anónimo por temor a las represalias que su pequeña travesura pudiera acarrearle, relacionada con el limitado internet de la base donde desempeñaba tareas de investigación. “Es alucinante”, exclamó triunfante.
DOS. El famoso estafador de Tinder tiene su propio documental basado en sus hazañas. TRES. Alguien en Bilbao lo ha superado significativamente, el primer asesino en serie que utiliza aplicaciones de citas para llevar a cabo su ominoso cometido. Nelson Bolaños, también conocido como ‘el muchacho de los ojos tristes’, siempre merodeaba alrededor del mismo perfil: hombres de entre 43 y 73 años que vivían solos.
CUATRO. En Estados Unidos, una mujer olvidó cambiar la confirguración de su perfil, dejó su edad a la vista, y encontró el amor en un joven 22 años menor que ella. Alex, de 24, más tarde declaró: “Estaba entusiasmado de salir con alguien mayor que yo”.
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CINCO. De acuerdo con Vice Australia, y sin ir más lejos que aquello que es obvio, y considerando la muy estrambótica personalidad de la gente que habita aquel continente, he aquí algo simpático: “La primera línea de su bio era ‘Probablemente te guste mi perro más que yo. Y estaría bien.’ Y tenía razón.”
SEIS. Los canadienses no se quedan atrás: “Un match me mandó un meme de una ardilla con un cuchillo como su primer mensaje. Inmediatamente supe que teníamos futuro.” Mensajes aún mas siniestros, días extraños qué duda cabe.
Publicado en el lejano año de 1994, El mundo como supermercado de Michel Houellebecq es un ensayo revelador. En él, se asoman algunas características de la sociedad actual que describen con escalofriante precisión la forma en que se comportan los seres humanos del nuevo milenio.
Algunos de los conceptos que se introducen en el El mundo como supermercado son:‘mercantilización del deseo humano’, ‘el cuerpo como mercancía’, ‘capitalismo afectivo-sexual’, ‘individualismo y soledad’, ‘ilusión de libertad’, ‘analogía con los supermercados’, etcétera.
Lo mejor de todo es que el texto no es un documento académico, ni científico. No intenta una aproximación estadística sino sensorial, a partir de la observación mundana. Se trata de un artefacto literario bastante efectivo, escrito con agudeza al punto de ser casi profético.
Así como hay desigualdad económica hay desigualdad sexual; cuerpos más atractivos obtienen mayor placer que los menos atractivos: «Las personas se relacionan como si fueran productos que se eligen, compran o descartan», dice, atinadamente, el bueno de Houellebecq, a quien por cierto detrás de él anda el Estado Islámico buscando su cabeza y que, ya puestos a hablar de este viejo escritor, sin que venga mucho a cuento, tiene un comentario acerca de Pablo Picasso que me hace gracia: “Si para afearlas, Picasso tiene que deformar a las personas, es porque su alma es fea”.

rench writer Michel Houellebecq attends 'Thalasso' photocall / Carlos Alvarez