Trump evalúa ataque a Irán mientras Israel bombardea reactor nuclear tras impacto a hospital
La Casa Blanca dará un plazo de dos semanas antes de decidir una intervención directa. Israel intensifica ofensiva tras recibir uno de los golpes más duros sobre civiles desde octubre.

White House Coverage / The Washington Post
En plena escalada entre Israel e Irán, el presidente de Estados Unidos ha declarado que en un plazo de dos semanas decidirá una ofensiva directa contra Teherán. Donald Trump, a través de Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, confirmó que ya se evalúan las opciones militares “de alta precisión”, aunque una ventana de negociaciones permanece abierta todavía.
El posicionamiento tiene lugar horas después de que Irán lanzara una andanada de misiles contra objetivos civiles en Israel. El ataque más grave impactó el hospital Soroka en la ciudad de Beersheba, al sur de ese país. El saldo hasta ahora supera los 60 heridos, varios de ellos en estado crítico. Otros proyectiles cayeron en Tel Aviv, Holon y Ramat Gan. Ha sido una de las ofensivas más violentas desde el inicio del conflicto regional que inicio en octubre de 2024.
Benjamin Netanyahu advirtió que “los tiranos de Teherán pagarán un alto precio”, aseguró que Irán podría enfrentar un cambio de régimen. No solo eso, Israel Katz, ministro de Defensa israelí, calificó al líder supremo iraní, Alí Jameneí, como “Hitler moderno” y pidió su eliminación.
Israel responde con bombardeo a planta nuclear en Arak
Horas después, las Fuerzas de Defensa de Israel ejecutaron un ataque aéreo sobre el reactor de agua pesada en Arak, una instalación actualmente inactiva pero clave en el desarrollo del programa nuclear iraní. También se reportaron explosiones en Natanz y otros complejos militares y nucleares, incluyendo centros de misiles y radares en Isdahan y Khondab.
De acuerdo con fuentes militares, más del 60% de los sistemas de lanzamiento iraníes fueron destruidos. Las autoridades iraníes confirmaron daños materiales y cortes eléctricos en zonas industriales, aunque no han revelado cifras de víctimas. El gobierno de Teherán prometió una respuesta “directa, pública y definitiva”.
Mientras tanto, países como Canadá, China y España iniciaron evacuaciones diplomáticas y comerciales. La OMS y la Cruz Roja Internacional condenaron el ataque al hospital israelí y urgieron a ambos bandos a respetar la infraestructura médica.
Desde Washington, el Pentágono analiza el uso de armamento bunker buster para operaciones quirúrgicas contra instalaciones nucleares profundamente enterradas, como la planta de Fordow. La presión diplomática se concentra ahora en Ginebra, donde líderes europeos buscan una salida negociada.
La decisión final de Trump, militar o diplomática, definirá si la guerra regional se convierte en conflicto abierto.

Irán bombardea hospital en Israel