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  • 14 JUN 2025, Actualizado 06:00

“Quiero retomar lo que pueda de mi vida”: Brenda Quevedo, víctima del caso Wallace

Con 18 años en varios penales y uno más en prisión domiciliaria, Brenda continúa en proceso por un presunto delito del que afirma, “no tuve nada que ver”.

Un año en prisión domiciliaria y 18 años detenida, sin sentencia

Un año en prisión domiciliaria y 18 años detenida, sin sentencia

10:43

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“Al límite de la puerta”, así vive Brenda Quevedo Cruz, tras 18 años de sobrevivir en varios penales y uno más en prisión domiciliaria, es una víctima más del caso Wallace, quien tras conocer de la liberación de Juana Hilda González se dijo “emocionada y feliz”, en espera de salir lo antes posible para tener un retiro espiritual con su familia y como ella expresó, “Retomar lo que pueda de mi vida”.

En entrevista para “Así las Cosas” con Gabriela Warkentin, Brenda, quien fue pareja de Jacobo Tagle, uno de los implicados en el caso Wallace, quien junto con ella siguen un proceso por el presunto delito de delincuencia organizada y privación ilegal en modalidad de secuestro.

Detalló que luego de salir con Jacobo por seis meses, comenzó “una cacería de brujas y cateos” en la casa de sus padres. A dos años de vivir en Estados Unidos fue detenida y extraditada para ser recluida en el penal de Almoloya, “ahí fue la primera agresión que tuve”. Pero pese a la movilización de su familia y el apoyo, no pudieron comprobar nada, pero “no pudieron llevarse la autoincriminación firmada” por lo que fue llevada a las Islas Marías.

A la semana y media de llegar a la isla, nuevamente fue agredida, “Me llevaron a una casa de la Marina y me vuelven a agredir, entran muchas personas a hacerme muchísimas, más fuerte que la primera agresión amenazándome de que nadie me iba a ayudar, aunque gritara, que yo estaba ahí por presionar a las autoridades con lo que estaba haciendo mi familia”.

“Groserías, golpes, abusos sexuales, fueron momentos horribles de angustia, de miedo, de desesperanza… ellos me decían que tenía que ir al juzgado a rendir mi declaración y si no ya vería el poder que tenían, cuando yo no tenía nada que ver con eso”.

—  Detalló Brenda.

Posteriormente, fue llevada al penal de Tepic, el proceso se fue alargando y luego de 4 años trasladada al penal de Morelos, en donde al igual que en otros sitios, vivió vejaciones.

Ahora Brenda espera encontrar justicia y poder salir de casa para “abrazar a mi hermano y tener retiro espiritual con su familia”.

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