Violencia escolar aumenta 205% en México: Este es el tipo de bullying más denunciado
Las cifras se dan a conocer en el marco de la agresión a Fátima, por su gusto por el K-pop

La violencia escolar en México sigue al alza y en 2024 los reportes de bullying aumentaron 205%, comparándolo con cifras de 2019, de acuerdo con cifras del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
El primer lugar lo ocupan las agresiones físicas como las que presuntamente sufrió Fátima, una estudiante de secundaria de la CDMX que sufría bullying por su gusto por el K-pop.

Las usuarias de internet vivieron más ciberacoso que los hombres durante 2023, informó el Inegi. / Justin Paget
Nivel educativo con más reportes de acoso escolar
Las cifras del Consejo Ciudadano revelan que es en la educación secundaria donde ocurre el mayor porcentaje de reportes:
- 45% Educación secundaria
- 27% Educación primaria
- 17% Nivel medio superior
- 6% Preescolar
- 4% Educación superior
En cuanto al perfil de las víctimas de bullying, el 49% tienen entre 12 y 15 años y el 55% de las afectadas son niñas y adolescentes.
¿ Cuál es la violencia escolar más recurrente?
La violencia física ocupa el primer lugar entre las agresiones que reciben las víctimas de acoso escolar:
- 29% sufre violencia física
- 26% sufre violencia verbal
- 14% sufre violencia psicológica
- 12% sufre agresión sexual
- 6% sufre exclusión sexual
Sin embargo, las redes sociales también se han convertido en un nuevo espacio aprovechado por los acosadores para ejercer violencia cibernética y 11% de los menores la padece.
Zonas con más casos de acoso escolar
El 74% de los casos se concentran en la Ciudad de México, en las alcaldías Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón, Azcapotzalco y Cuauhtémoc. El resto se registra en el entidades como el Estado de México, Puebla, Querétaro, Veracruz y Durango.
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Señales de alerta de bullying o acoso escolar
· Cambios repentinos de personalidad
· Lesiones o heridas sin explicación
· Pérdida de interés en la escuela
· Cambios en sus patrones de alimentación o de sueño
· Aislamiento social
· Disminución del rendimiento académico
· Evita participar en actividades extracurriculares que antes le gustaban.