El sueño de Chela Castro fue morir en México: Jorge Lozano
Fue una mujer muy elegante y icono muy importate de la moda

México.- El sueño de la actriz argentina Chela Castro fue morir en México y lo cumplió, resaltó Jorge Lozano, quien durante 50 años fue su mejor amigo. “Aunque aquí en México vivía sola desde que su esposo Raúl Ástor falleció (1925-1995), jamás quiso regresarse con su familia a Argentina, donde tenía un departamento muy lindo, pues decía que desde que llegó a México, cuando tenía 28 años, siempre fue muy feliz y aquí quería morirse; ya lo cumplió”, precisó. María Celia Ovejero Martínez, mejor conocida como Chela Castro, murió a los 84 años en la cama de su casa. Fue víctima de un paro cardiaco a las 23:20 horas del 15 de abril. “Estaba enferma desde hace año y medio debido a que durante mucho tiempo fumó demasiado. Padecía EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y tenía las arterias tapadas, con dos aneurismas. “También se había quebrado la cadera y estuvo como 14 veces internada en un hospital, pero su ánimo estaba bien, no tenía dolores, ni siquiera por la operación de cadera”, explicó Lozano a Notimex. En los últimos días, dijo, era atendida en su casa por especialistas y enfermeros; sin embargo, ya no comía. “No podía porque el estómago se le había cerrado, pesaba poco menos de 40 kilos. Ayer hizo el esfuerzo de comer un higo pelado, y terminó vomitándolo. Envejecer es estar penalizado cada día más por un crimen no cometido”. Resaltó que Chela Castro fue una mujer feliz, pese a que sufrió mucho por la muerte del actor, conductor y productor Raúl Ástor, con quien trabajó en el afamado programa de televisión “No empujen” interpretado a “Sarita”
Ahí compartió escena con Héctor Suárez, Eduardo Palomo, Carlos Ignacio, Álvaro Carcaño, Olivia Collins, Alejandra Maldonado, Alicia Fahr, Arturo García Tenorio y Connie de la Mora, entre otros actores. “Ella fue mujer de un sólo hombre, Raúl, fue el único en su vida, no tuvo otro ni antes ni después. Tampoco tuvo hijos”, subrayó. Su más reciente trabajo en teatro fue en “Los monólogos de la vagina” (2004) y en la televisión dentro de algunos programas de “La rosa de Guadalupe” y con participaciones especiales de telenovelas producidas por Carla Estrada y Mapat. “El productor Morris Gilbert la llamaba mucho para el teatro, pero ella se cansaba, no le gustaba hacer teatro y en la televisión fue como si la hubieran dejado morir hace muchos años”. Chela Castro, dijo, se quedó esperando el personaje corolario de una carrera brillante y estelar. “Nunca me habló de qué más le hubiera gustado hacer como actriz, pero seguramente hubiera sido el papel de una mujer distinguida, porque así fue siempre. Ella fue una guía en la moda, muchas mujeres le copiaban por como se vestía y arreglaba”, destacó. Entre sus personajes más entrañables, además de “Sarita”, están el de “Clara Escobedo”, una mujer madura, pero con personalidad de una niña de 14 años. Lo hizo en el melodrama “Pobre Clara”, producido por Valentín Pimstein para Televisa en 1975. Compartió créditos con Julio Alemán y María Teresa Rivas. “Siempre quiso que la recordaran como la gran actriz que fue, como el icono de la elegancia entre las actrices mexicanas”, subrayó Jorge Lozano, quien es el albacea de todos sus bienes. Informó que luego del velorio, en una agencia funeraria de esta ciudad, sus restos serán incinerados para luego llevarlos a su natal Argentina y esparcirlos en La Recoleta de Buenos Aires. “Es un lugar emblemático que tiene un árbol de más de 300 años. Ahí también están las cenizas de Raúl Ástor”, indicó. A Chela Castro le sobrevive una hermana de 90 años, que radica en Argentina, así como sobrinos nietos