Un verdadero ecocidio, la construcción de los tramos 5, 6 y 7 del Tren Maya

México

En Así el Weso, José Urbina afirmó que un verdadero ecocidio se está cometiendo en las regiones donde se están construyendo los tramos 5, 6 y 7 del Tren Maya, y no tanto en los primeros tres tramos que recorrió este fin de semana el presidente Andrés Manuel López Obrador a bordo de un vagón muestra.

En entrevista con Enrique Hernández Alcázar, el ambientalista destacó que los tramos 1, 2, 3 y 4, en su construcción han enfrentado más que nada obstáculos sociales, por ejemplo que comunidades estén en desacuerdo de que el Tren pase por esa zona. Sin embargo en los tramos 5, 6 y 7, la problemática -además de social- es que cuenta con una agresión y violación a las leyes ambientales, ya que la construcción del tren fue impuesto y no tuvo ningún permiso.

Acusó que ninguna autoridad ha tenido las agallas de demostrar con argumentos y sin propaganda, los supuestos beneficios de todas las atrocidades ecológicas que le están provocando a la selva con la construcción del Tren Maya, pues aseguró que había alternativas para hacer las cosas bien, pero no funcionaban como propaganda.

El integrante de #SélvameDelTren, señaló que en diciembre el Gobierno de la 4T entregará una obra incompleto, pues dijo no haber forma de que este proyecto quede listo para esas fechas, ya que los tramos 5, 6 y 7 aún están sin construir y sí llegaran a estar, sería una gran irresponsabilidad por la premura de los trabajos de construcción.

“Ya nos acostumbramos de que como todo es propaganda, van a seguir diciendo este slogan de que en diciembre lo entregan, y en diciembre van a entregar como todo lo que hacen, un tren incompleto, van a hacer una gran fiesta, nuevamente proselitista y no van a decir ninguna palabra de los tramos que no estén hechos, porque son impunes e invulnerables a las cosas que ellos hacen mal”.

Urbina también denunció la construcción de hoteles en manos de los militares en medio de reservas ecológicas y sin permisos de la Semarnat. Además, acusó al gobierno de abrirles las puertas a grandes consorcios inmobiliarios, que querrán adueñarse de las tierras alrededor del tren para después venderlas.