¿Por qué estar solo/a me genera ansiedad?

Mexico City

Mario Guerra, tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta. TW: @marioguerra

Muchas personas dicen que no pueden estar solas. Aquí pueden referirse a una relación de amor romántico o, peor aún, a cualquier tipo de relación así fuera de mera compañía física. Sabiendo que somos seres ultra sociales, deberíamos ser capaces de estar en soledad sin sentirnos solitarios o abandonados. Cuando la ansiedad hace su aparición, con tal de tener compañía los estándares bajan y se permiten y hacen cosas que ponen en riesgo nuestra dignidad y a veces integridad.

¿A qué tipo de soledad nos referiremos aquí?

Nos vamos a referir a todo tipo de sentimientos de soledad que puede incluir la social o incluso la romántica, por ejemplo.

No nos referimos al estado de soledad física al no haber alguien alrededor en un momento dado, sino más bien al sentimiento que se derive de sentirse sólo, esto a pesar de poder estar rodeados de muchas personas.

La soledad se define como un estado de afectividad negativa producto de la percepción de tener un déficit en las relaciones actuales, en comparación con las relaciones deseadas.

E incluso podríamos hablar de la calidad de esas relaciones donde sentirse aceptado, amado o comprendido es fundamental.

¿Qué tiene que ver la soledad con la ansiedad?

La soledad se ha asociado con una variedad de factores clínicos y sociales que son a la vez causa y consecuencia. En estos factores se incluyen principalmente:

Ansiedad

Depresión

Baja autoestima

Baja autoeficacia

Es decir que una persona que se siente sola va más allá del mero sentimiento y entonces se impacta su vida de manera radicalmente negativa, porque además se asocia con dos factores adicionales que son:

Tristeza

Miedo

¿Por qué algunas personas sienten mucha ansiedad cuando se saben solas?

De acuerdo a las conclusiones obtenidas en un estudio realizado por el Dr. Renu Narchal, de la Universidad de Sidney y publicado en el año 2017 en la revista Acta Psychopathologica, el mecanismo planteado del por qué ocurre esto resulta ser muy interesante porque hay dos fuerzas tirando en sentidos diametralmente opuestos.

Hay una gran necesidad: Los sentimientos de soledad son desagradables y así ocurre porque evolutivamente necesitamos de otros para sobrevivir, entonces experimentarla nos mueve a buscar acercarnos a los demás.

Normalmente, aunque sea desagradable al menos al inicio, la mayoría empieza a socializar y esto disminuye al menos parcialmente estos sentimientos desagradables (especialmente los de ansiedad).

Hay un gran miedo: Como los sentimientos anteriores son muy desagradables y hay una gran necesidad de compañía, se desarrolla algo que se llama “Sensibilidad a la ansiedad” la que podría definirse como la percepción de que si se siente algo muy malo, algo muy malo debe ser lo que está pasando.

Se cree que los síntomas que se experimentan con los sentimientos de soledad tienen consecuencias somáticas, sociales o psicológicas dañinas.

Esto se agrava porque lo que está en riesgo se percibe como muy valioso, se considera que no se puede fallar, pero de alguna manera se tiene la certeza de que eso sucederá por dos razones:

Incompetencia personal.

No tengo idea como se debe interactuar con otros sin parecer al menos “raro”.

Debo dar una buena impresión ante los demás si no, todo será una catástrofe.

Percepción de desagrado de los demás hacia uno mismo.

Nadie me va a querer/aceptar.

La gente se va a dar cuenta que estoy ansioso/a y me van a rechazar.

La sensibilidad a la ansiedad genera evitación

Las personas que se sienten solas son más receptivas y magnifican las actitudes de potencial rechazo y exclusión (expresados a través de gestos faciales e inflexiones de la voz) por lo que paradójicamente son ellos mismos los que se auto excluyen de muchas relaciones.

La evitación nos hace cada vez más incompetentes socialmente hablando y esto incrementa el miedo y así se crea un círculo vicioso donde la ansiedad se va haciendo mayor cada vez.

¿Qué causa esto?

La ansiedad, ya sea como rasgo de la personalidad o como un estado adquirido por la persona, es consecuencia, pero también la causa principal de este escenario.

Es lo que distorsiona el pensamiento y la razón y nos hace ser catastrofistas y negativos en cuanto a la evaluación de nuestra identidad y habilidades así como de la intención y apertura de los demás para aceptarnos.