Intolerancia a la incertidumbre: el factor oculto que puede estar afectando tu salud mental
Rodolfo Solís, psicoterapeuta clínico, doctor en neurociencias, reveló un tema urgente en consulta: cada vez más personas sufren de ansiedad y depresión como resultado de una intolerancia extrema a la incertidumbre.

Intolerancia a la incertidumbre: el factor oculto que puede estar afectando tu salud mental
¿Te choca no saber qué va a pasar? Podrías estar sufriendo intolerancia a la incertidumbre
Rodolfo Solís, psicoterapeuta clínico, doctor en neurociencias y nuevo colaborador del programa Martha Debayle en W, reveló un tema urgente en consulta: cada vez más personas sufren de ansiedad y depresión como resultado de una intolerancia extrema a la incertidumbre.
¿Qué es la intolerancia a la incertidumbre?
La intolerancia a la incertidumbre es un rasgo psicológico que implica una incapacidad para aceptar lo inesperado o lo que no se puede prever. Según Solís, se trata de una de las principales causas detrás de trastornos como la ansiedad generalizada, el estrés crónico y la depresión.
Las personas que la padecen suelen vivir con una necesidad excesiva de control, miedo al futuro, hiperplaneación y búsqueda constante de certezas.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: ¿Por qué no te están saliendo las cosas? El poder de la proyección mental según Martha Sánchez
¿Cómo saber si tú también la padeces?
Durante la emisión de Martha Debayle en W, se presentó una escala desarrollada por Robichaud y Dugas, validada científicamente, para medir tu nivel de intolerancia a la incertidumbre. Este test consta de 12 preguntas que revelan cómo enfrentas lo inesperado, desde un imprevisto en el tráfico hasta la elección de una carrera o pareja.
Los resultados pueden clasificarse así:
- De 12 a 29 puntos: Tienes una baja intolerancia a la incertidumbre. Eres una persona flexible y resiliente.
- De 30 a 38 puntos: Presentas una intolerancia moderada. Estás en riesgo de desarrollar estrategias poco saludables como evitación o sobrecontrol.
- De 39 a 60 puntos: Tu intolerancia es alta, lo que puede estar generando síntomas de ansiedad, insomnio, problemas digestivos y tensión muscular.
¿Por qué la intolerancia a la incertidumbre es tan peligrosa?
Vivir con esta condición implica más que solo incomodidad. Quienes no toleran el no saber qué va a pasar, tienden a:
- Desarrollar conductas de evitación: no viajan, no cambian de empleo o no inician relaciones por miedo al “¿y si…?”.
- Tener pensamientos catastróficos: cualquier evento inesperado es visto como una amenaza.
- Sufrir consecuencias físicas: trastornos psicosomáticos, baja en el sistema inmunológico y dificultades para dormir.
- Aislarse: mientras más evitan el mundo, menos se conectan con lo que disfrutan, lo cual puede detonar la depresión.

¿Qué es la intolerancia a la incertidumbre? / Halfpoint Images
¿Cómo enfrentar la incertidumbre?
El especialista recomienda desarrollar confianza personal. Es decir, confiar en que, sin importar lo que ocurra, tienes los recursos para manejarlo. Esto permite soltar el control, aceptar lo incierto como parte de la vida y reducir el impacto del miedo.
Como dijo Martha en el programa: “Confía en que si algo se pone feo, lo vas a resolver en su momento”.
¿Vives angustiado por el futuro? Así afecta tu salud mental la intolerancia a la incertidumbre
Cada vez más personas sufren de ansiedad, estrés e incluso depresión por no saber qué va a pasar. En entrevista con Martha Debayle en W, el psicoterapeuta clínico y doctor en neurociencias, Rodolfo Solís, explicó cómo la llamada intolerancia a la incertidumbre puede convertirse en un verdadero enemigo de tu bienestar emocional y físico.
¿Cómo reconocer la intolerancia a la incertidumbre?
La intolerancia a la incertidumbre no solo implica incomodidad ante lo imprevisto: es una necesidad compulsiva de controlar, anticipar y tener todo perfectamente definido. Quienes la padecen pueden llegar a:
- Evitar tomar decisiones por miedo a equivocarse.
- Repetir acciones como revisar puertas, estufa o gas (rasgos cercanos al trastorno obsesivo compulsivo).
- Planear en exceso cada detalle del día.
- Sentir angustia ante la improvisación o los cambios de último minuto.
- Delegar decisiones porque el miedo al error los paraliza.
El costo de querer controlarlo todo
La necesidad de certeza puede llevar a perder experiencias importantes: desde viajar, cambiar de trabajo o empezar una relación, hasta decidir qué comer o qué ropa ponerse. Como explicó Rodolfo Solís, muchas personas terminan estancadas, sin avanzar por temor a lo que no pueden prever.
Este comportamiento, además, tiene consecuencias físicas: dolores de cabeza, tensión muscular, trastornos del sueño, ansiedad crónica y hasta problemas digestivos. Todo esto, producto de vivir en constante estado de alerta.

¿Vives angustiado por el futuro? Así afecta tu salud mental la intolerancia a la incertidumbre / FG Trade
El mito de que preocuparse es útil
Uno de los grandes errores, señaló Solís, es creer que preocuparse nos protege. La realidad es que la preocupación excesiva no resuelve nada y solo te roba la paz. Para combatir este patrón, una de las estrategias recomendadas es agendar tu hora de preocupación. Así como lo lees: establecer un bloque diario para preocuparte conscientemente, y el resto del día, soltar.
¿Cómo saber si necesitas ayuda?
Hazte estas preguntas clave:
- ¿Te cuesta relajarte si no tienes todo bajo control?
- ¿Te paralizas ante decisiones importantes?
- ¿Te sientes estancado por miedo a lo que puede pasar?
- ¿Evitas nuevas experiencias por temor a lo inesperado?
Si respondiste que sí a varias, es momento de buscar ayuda profesional. La recomendación de Solís es clara: la terapia cognitivo-conductual y la terapia conductual contextual son las más eficaces para tratar la intolerancia a la incertidumbre.
Aprende a soltar: el antídoto contra la ansiedad
La clave está en diferenciar entre problemas reales (que puedes resolver) y preocupaciones imaginarias (que solo existen en tu mente). Rodolfo sugiere escribir ambas en columnas y enfocarte solo en lo que puedes controlar aquí y ahora.
Improvisar, delegar y aceptar que no todo está bajo tu control no te hace débil, al contrario, te vuelve más flexible, resiliente y capaz de disfrutar del presente.
¿Dónde buscar ayuda?
Aunque Rodolfo Solís actualmente tiene su agenda llena, está canalizando a los cuentavientes con terapeutas especializados en terapia cognitivo-conductual. Para más información, pueden contactar al 55 15 45 40 55 42, o visitar su página web: psiquiatrialrs.com. También lo encuentras en redes como @dr-rris.
No dejes que la necesidad de control te robe la paz. La vida no es un plan perfecto; es una experiencia que se vive mejor con confianza, flexibilidad y, cuando hace falta, con ayuda profesional.
Dale play y escucha la entrevista completa en: https://youtu.be/GrnlUPWI_Eg