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  • 26 JUL 2025, Actualizado 08:40

Vecindades como ratas: la naturaleza de la supervivencia | Días Extraños

¿Con la autoridad de quién hemos decidido mirar con patética nostalgia aquellas portentosas edificaciones?

Vecindad de la CDMX, cortesía: El Universal

Vecindad de la CDMX, cortesía: El Universal

En el centro de la Ciudad de México hay edificios que no han cedido al sismo. Tampoco al despiadado mercado inmobiliario. Nunca estarán en las postales. Probablemente, y con la gracia de sabrá qué dios, tampoco en Airbnb. Desconocen los nombres rimbombantes, ajenos a términos anglos. Se mantienen vivos en el inexorable pauperismo de la marginalidad.

Un domingo por la mañana sobre la colonia Guerrero. Un edificio extraño. Son las diez de la mañana pero dentro se muestra como la media noche. La destrucción en aquel sitio parece llevar las riendas de una comunidad acaso desconocida. Música, alcohol, y humo. Una mujer que es la suerte de una matrona que se hace con el control de las cosas y que invoca esa autoridad que se percibe a golpe de encuentro, ofrece el servicio del baño de su casa por veinte pesos.

Estas casas guardan secretos hace siglos. Las puertas y sus incrustaciones, astillas brotantes de dientes torcidos. Mascarones de ángeles con rostro de bestia asomando sobre el quicio de una enorme estructura cuyos cimientos iban justo en la dirección opuesta a la arquitectura moderna.

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El mismo patio húmedo, aveces con sedimentos polvorientos acumlados en cada esquina. Sitios indigentes, rodeados de alambrada pública y pájaros postrados como cuervos encima de una tumba.

Superviviente inexacto, la arquitectura colonial más deplorable. Persisten los muros de un tiempo perdido y la gente que allí habita parece haber sido consumida por ese mismo tiempo, desperdigada entre generaciones y héroes de guerra, movimientos sociales, prostitución y grotescos pero hermosos escenarios que a la distancia se aprecian ya como el asombroso animal extinto que en su tiempo fue horrendo y que hoy, a causa de su ausencia, se nos permite contemplar su belleza.

En el texto La vecindad en México: estrategias de rescate y puesta en valor de la vivienda colectiva tradicional, la UNAM documenta cómo este modelo arquitectónico surgió de la transformación de casas coloniales en unidades multifamiliares. Una suerte de protogentrificación invertida. Los mexicanos de antes tenían muy diferentes formas de vida con relación a los de ahora. Nuestra especie sufre una debacle inevitable, pero las casas siguen ahí.

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No es una cosa muy dificíl de imaginar para quien nunca haya entrado en una. Un patio central rodeado de cuartos. Un baño compartido, un lavadero. El diseño puesto al servicio de la lógica comunitaria, es decir, lógica elemental.

La alquimia del tiempo transformó la necesidad en norma. Más tarde se aprisionó en la costumbre. Un término tan vulgar que no me atrevo a nombrar y que sin embargo es necesario, ese de “memoria urbana”.

Adentrémonos pues en lo que dicen los expertos y dejemos de una buena vez y para siempre las florituras que rodean casi siempre cuantas narraciones y crónicas que no hacen sino echar a perder a través de un lenguaje frívolo, la descripción de estas casas. ¿Con la autoridad de quién hemos decidido mirar con patética nostalgia aquellas portentosas edificaciones?

En palabras de la investigadora Laura Briseño (UAM-A), «la vecindad no solo produce vivienda, sino también un tipo de vínculo social que resiste al anonimato del condominio moderno».

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La gentrificación no ha borrado todas las huellas. Las vecindades persisten gracias a un hechizo endemoniado. Lo que sí, la conversación pública se ha movido para otro sitio. En Santa María la Ribera, varias casonas han sido vendidas, remodeladas y convertidas en higiénicos e insípidos hostales boutique.

Y sin embargo, los recovecos más inhóspitos guardan vecindades dentro.

Las vecindades, como las ratas, seguramente sobrevivirán aún cuando la humanidad haya desaparecido. Ambas, parecen ser especies nacidas para la supervivencia.

Vecindad en el siglo XX, cortesía: MasporMas

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