La sexualidad después de los 40: libertad, placer y empoderamiento
Descubre cómo la confianza y el autoconocimiento transforman la vida íntima en esta etapa, derribando tabúes y celebrando un segundo aire lleno de autenticidad y gozo.

La sexualidad después de los 40: libertad, placer y empoderamiento
Un espacio entre mujeres para compartir sabiduría y experiencia
En un programa especial, Martha Debayle invitó a cuatro de sus amigas más cercanas —Doris Escoto, Guillermina Pilgram, Sissi Cancino y Rebeca Mangas— a tener una conversación íntima y honesta sobre los grandes temas de la vida: maternidad, autoestima, vocación, juventud, envejecimiento, amor propio y el eterno intento de complacer a los demás. Todas ellas con más de 50 años, se dirigieron con el corazón en la mano a las mujeres que aún no han llegado a los 40.
¿Cuándo regresa la paz después de tener hijos?
Una de las primeras preguntas que llegaron al programa fue demoledora: ¿cuándo regresa la paz después de tener hijos? La respuesta fue clara y contundente: nunca. Todas coincidieron en que ser madre implica una preocupación constante que evoluciona con la edad de los hijos, pero que jamás desaparece. La clave, explicaron, está en dejar de vivir a través de los hijos, confiar en las herramientas que se les dio y cortar el cordón umbilical emocional.
“La paz no depende de ellos, sino de una misma”, reflexionó Martha Debayle, hablando de su propia experiencia como madre.
La trampa de buscar aprobación
Todas las participantes confesaron haber perdido años valiosos buscando aprobación. Desde tratar de cambiar su cuerpo hasta elegir carreras por cumplir expectativas ajenas. Guillermina Pilgram habló de lo agotador que es tratar de ser aceptada, mientras que Doris Escoto compartió cómo acabó con múltiples estudios sin haber seguido su verdadera pasión: la medicina.
“Uno pierde muchísimo tiempo queriendo complacer a los demás, incluso a gente que ni conoces”, comentó Debayle.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Valeria Stoopen y las verdades incómodas: lo que nadie nos dijo
La adolescencia y la sensación de no ser suficiente
Uno de los momentos más conmovedores del programa fue cuando hablaron de la autoestima en la adolescencia. Martha Debayle recordó haber pasado años sintiéndose “menos” que las demás: menos guapa, menos flaca, menos capaz. Esta sensación de inadecuación marcó su juventud y la hizo vivir escondiéndose tras una toalla en la playa, pese a tener un cuerpo que hoy reconoce como hermoso.
¿Qué harían diferente?
Las cinco mujeres coincidieron en que, si pudieran regresar el tiempo, habrían sido más auténticas, seguido sus pasiones desde el principio y dejado de vivir comparándose. Sissi Cancino expresó que, aunque ama estudiar, muchas veces lo hizo por razones equivocadas, como competir o complacer. Ahora sabe que el aprendizaje debe ser por gusto, no por presión.

Un espacio entre mujeres para compartir sabiduría y experiencia / skynesher
No cambiarían su edad por nada
Hoy, todas se sienten más libres, plenas y seguras. Ya no buscan parecerse a nadie ni cumplir con estándares impuestos. Martha Debayle concluyó con una poderosa reflexión:
“Después de los 40 ya no tienes tiempo para payasadas. Te vuelves más sabia, más neta y mucho más libre.”
Lo importante es aprender a ser tú misma
El mensaje que dejó esta conversación fue claro: vive sin miedo, deja de complacer, abraza tu autenticidad y no te compares. No esperes a tener 50 para darte cuenta de que ya eras suficiente. La experiencia no se improvisa, pero sí se puede compartir, y eso fue justo lo que hicieron estas cinco mujeres al abrirse con el corazón.
Cuando el amor no es amor, es dependencia emocional
A muchas mujeres se nos enseña desde pequeñas que el amor duele. Que hay que luchar, aguantar, rogar y hasta desvanecerse para ser elegidas. Martha Debayle y sus invitadas compartieron sus experiencias más íntimas y crudas sobre cómo pasaron años aferradas a relaciones que solo dejaban vacíos.
El mensaje fue claro: si un hombre no te busca, no te quiere. Si no te da prioridad, si no hace espacio para ti, no es ahí. Y lo más fuerte de todo: lo sabes, pero no te atreves a moverte por miedo al infierno emocional que crees que viene después.
El amor sano es paz, no montaña rusa
En una cultura cargada de machismo, muchas mujeres crecen creyendo que el amor verdadero se parece a una montaña rusa: drama, pasión y sufrimiento. Pero cuando conoces el amor de verdad, descubres que es tranquilidad, admiración, compañerismo y seguridad emocional.
Marta lo resume así: “El amor es fácil, muy fácil. El amor te da paz”. Ese es el tipo de relación que vale la pena buscar, uno donde puedas ser tú misma, sin maquillaje, sin máscaras, sin miedo.
No te conformes con quien no te elige
Uno de los momentos más poderosos de la conversación fue cuando se dijo que hay que dejar de perder el tiempo con gente que no quiere estar contigo. “Yo perdí 20 años”, confesó Guille, en una relación sin futuro con un hombre que decía amarla pero no daba el paso.
No te quedes donde no eres feliz por miedo a fallar, al qué dirán o al dolor de la ruptura. Ese miedo es más grande en tu cabeza de lo que es en realidad. “Uno llora un rato y luego se vuelve a reír”, sentenció Martha.

Lo importante es aprender a ser tú misma / Oliver Rossi
Sí hay un después: amar mejor, reír más, vivir en paz
Otro de los grandes mitos que se rompieron en esta charla fue pensar que “nadie más me va a querer así” o “no volveré a conectar con alguien más”. Mentira. Sí existen nuevas oportunidades con personas que te quieren bien, te admiran y te acompañan.
Y sobre todo, lo más valioso: tú eras una mujer entera antes de conocerlo. No pierdas de vista quién eres por quedarte en una relación que no te suma.
El amor después de una tragedia
Una de las historias más conmovedoras fue la de Guille, quien relató cómo, tras la pérdida de su hijo Cristóbal en un trágico accidente, encontró nuevamente el amor. “Me rendí a que la vida me sorprendiera”, dijo, al explicar cómo su nueva pareja, un colega que siempre estuvo cerca, se convirtió en su mayor compañero.
Esta experiencia muestra que, incluso después del duelo más profundo, el amor puede renacer cuando se está dispuesta a ver y a dejarse sorprender.
Paz, estabilidad y complicidad: lo que importa en una relación madura
Al hablar de sus relaciones actuales, tanto Martha como sus invitadas coincidieron en que, con los años, lo más valioso en una pareja es la paz emocional, la estabilidad y la complicidad. Ya no se trata de pasión desenfrenada, sino de tener a alguien que te apoye, te celebre y te permita ser auténtica.
“Mi esposo no es el más gracioso ni el más divertido, pero es el más estable, el que me deja ser yo, el que me aplaude por lo que soy y por lo que no soy”, confesó una de ellas.
La importancia de ser una misma en la pareja
Uno de los puntos clave fue el valor de poder ser auténtica frente a la pareja. “Tu pareja tiene que conocerte como eres, si no, no te ama”, dijeron. En contraste con historias de mujeres que ocultan que fuman o cambian su forma de vestir por miedo al juicio de sus parejas, se enfatizó que una relación sana permite libertad, confianza y complicidad.
Sí, se puede volver a amar después de un divorcio
A la pregunta “¿Se puede volver a enamorar una después del divorcio?”, la respuesta fue un rotundo sí. “Después de perder la esperanza, el amor está ahí. Solo hay que abrir los ojos y el corazón”, señalaron.
Incluso tras años de relaciones fallidas o soledad, el amor verdadero puede encontrarse en los lugares más inesperados, muchas veces más cerca de lo que creemos.
Ser feliz es una decisión
En la conversación también se abordó la idea de que muchas cosas en la vida —ser feliz, que funcione un matrimonio, sanar una pérdida— son decisiones conscientes. “No quise ser parte del 80% de mujeres que no vuelven a reír tras perder a un hijo, así que tomé la decisión de estar bien”, compartió Guille.
El mensaje es claro: la resiliencia emocional comienza con una elección.

La importancia de ser una misma en la pareja / Morsa Images
Maternidad sin miedo: criar desde el amor, no desde la angustia
Después de su tragedia, Guille fue madre nuevamente a los 45 años de gemelos, y se comprometió a no transferirles su miedo. “A los hijos hay que darles permiso de vivir… y también de morir”, dijo, recordándonos que el control es una ilusión y que la libertad es una forma profunda de amar.
Romper techos de cristal: mujeres en industrias dominadas por hombres
También se habló de cómo estas mujeres forjaron sus carreras en industrias dominadas por hombres, como la automotriz y la tecnológica. Sin victimizarse, lograron respeto y liderazgo con astucia, estrategia y trabajo duro.
“Ser mujer nunca fue un obstáculo para mí. Yo siempre me he vivido como una persona que resulta ser mujer”, dijo Martha Debayle.
El miedo no desaparece, se aprende a gestionar
Todas coincidieron en que el miedo no desaparece con los años o con el éxito, pero se aprende a gestionar, a actuar a pesar de él. Recordar los logros pasados se convierte en un recurso para enfrentar los retos futuros.
“No sabes cómo lo vas a lograr… hasta que un día, te das cuenta de que ya lo hiciste”, concluyó Martha.
¿El sexo se acaba después de los 40?
Rotundamente no. Para muchas, los 40 años marcan un segundo aire. Ya sin la presión de complacer, sin el miedo al qué dirán y con una seguridad interna consolidada, el placer sexual se vuelve más libre, divertido y auténtico.
“Hoy haces el amor con la costilla barbecue en la boca si quieres. Porque ya sabes lo que quieres”, dijeron entre risas. Y es que a esta edad, el cuerpo deja de ser enemigo y se convierte en aliado.
Seguridad y libertad: claves del disfrute
A los 20 o 30, muchas mujeres viven el sexo con inseguridad corporal: que si la estría, la celulitis, que si no se rasuraron. Pero tras los 40, esas preocupaciones se desvanecen. “Te das cuenta que eso está en tu mente. Ni lo notan. Y si lo notan, les da igual”.
El mensaje fue claro: la seguridad en la cama empieza por dentro, no por tener “el cuerpo perfecto”. Y el gran cambio es que ahora ya no se ruega por un orgasmo… se pide lo que se quiere.

Maternidad sin miedo: criar desde el amor, no desde la angustia / Prapass Pulsub
Humor, autenticidad y cero culpas
A esta edad, el sexo también es más divertido. Se vale reír, improvisar, pedir un “rin check” si estás cansada o si hay debate presidencial. “Ya no hay culpa. Ya no hay obligación. Es desde el deseo”.
Y no solo eso. También se rompen los roles de género. No siempre es el hombre el que quiere más sexo. Muchas mujeres descubren que tienen más deseo que sus parejas y eso también es válido.
Invisibles, jamás: más visibles que nunca
Uno de los grandes mitos que se desmantelaron fue el de la supuesta invisibilidad de la mujer madura. Al contrario: “Te vuelves más visible que nunca porque te descubres a ti misma. Ya no solo eres lo que ven los demás, sino lo que tú ves en ti”.
Y con eso llega una nueva etapa de libertad: “Ya no vas a lugares donde no quieres ir. Ya no haces lo que no quieres hacer. Haces lo que te hace bien”.
¿Qué le dirían a las mujeres menores de 40?
— “No hagan lo que no quieren hacer”.— “Disfruten su cuerpo. Son más bellas de lo que creen”.— “Después de cruzar cualquier tormenta, serán más sabias, fuertes y hermosas”.— “Aprendan a estar con ustedes mismas. Solo así podrán estar bien con otros”.
La conclusión fue unánime: los 40 y 50 pueden ser las mejores décadas de la vida. “No cualquier demonio te tienta, ya los conocimos a todos. Ahora estamos listas para vivir con todo”.
Dale play y escucha la entrevista completa en: https://youtu.be/qARZE0G9a0k