Elon Musk y Starlink bajo ataque: rayos láser chinos destruyen satélites

China ha dado un paso importante en la carrera espacial y está lista para competir con Elon Musk por el dominio del espacio. Con avances como los obtenidos por su equipo de científicos, las posibilidades de una red de comunicación más rápida y eficiente son una realidad.

¿Por qué China quiere destruir los satélites de Elon Musk?

Recientemente, un equipo de científicos chinos logró un avance tecnológico que podría poner en jaque la red de satélites Starlink de Elon Musk.

Utilizando un láser de apenas 2 vatios de potencia, el equipo de Pekín alcanzó velocidades de transmisión de hasta 1 gigabit por segundo, cinco veces más rápidas que la red de Starlink. Este nuevo sistema de comunicación láser resuelve un problema crítico en las transmisiones desde el espacio: la turbulencia atmosférica.

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Gracias a tecnologías como la óptica adaptativa y la recepción por diversidad de modos, China ha logrado una transmisión más rápida y eficiente, utilizando satélites geoestacionarios a 36,705 kilómetros de distancia, mientras que Starlink opera desde órbitas bajas.

Este avance coloca a China en una posición de competencia directa con Starlink, que lidera el mercado de internet satelital. De hecho, China ya ha comenzado a lanzar satélites bajo proyectos como la “Constelación de las Mil Velas” y la futura constelación “Guowang”, buscando destronar a Elon Musk en el campo de la conectividad global.

Con esta tecnología, los chinos tienen en la mira una alternativa que podría superar a Starlink, y con ello, desafiar el dominio de Musk en el espacio.

¿Qué consecuencias tiene esto para el futuro?

El logro de China tiene implicaciones importantes para el futuro de las comunicaciones satelitales. Primero, con una velocidad de transmisión superior y una latencia más baja, las redes láser chinas podrían ofrecer servicios de internet mucho más rápidos que los de Starlink.

Aunque este sistema aún está en una fase experimental, la capacidad de China para lanzar constelaciones de satélites masivos, como Guowang, con hasta 13,000 satélites, pone presión sobre la dominancia de Musk.

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Las consecuencias no se limitan solo al ámbito comercial. Si China continúa avanzando con su tecnología de comunicaciones láser, podría afectar la infraestructura global de internet satelital, tanto en términos de velocidad como de seguridad.

Además, al ser una tecnología tan nueva, la posibilidad de que China también la utilice con fines militares genera inquietud en otros países, especialmente en Estados Unidos.

Elon Musk y su empresa SpaceX no se quedan atrás. Aunque Starlink sigue mejorando sus servicios, la competencia ya está aquí, y China está dispuesta a desafiar la hegemonía de Musk en el espacio. La carrera por ofrecer internet desde el espacio está lejos de terminar, y el futuro podría traer grandes cambios en la forma en que nos conectamos globalmente.

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