25 cosas que no sabías de Amores Perros a 25 años de su estreno

El 13 de mayo del 2000, Alejandro González Iñárritu soltó Amores perros en los cines de México. Fue su primer largometraje pero nadie lo sintió como un debut. Fue la entrada violenta e inesperada del nuevo cine mexicano al panorama mundial.

La película  rompió taquilla, ganó 11 premios Ariel, el BAFTA a Mejor Película Extranjera, el Premio de la Crítica en Cannes y una nominación al Óscar, la primera para México en más de dos décadas.

Más allá de los premios, Amores perros hizo algo acaso más trascendental: pateó la puerta de un cine mexicano dormido, aletargado y soso.

La narrativa fragmentada, su crudeza visual. La brutalidad de sus diálogos y la violencia de la ciudad.

La alquimia de la película convierte el caos en lenguaje y el dolor en estructura. Desde entonces, el cine mexicano no volvió a ser el mismo.

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25 cosas que no sabías de Amores perros

1. El choque fue real y brutal Se filmó con nueve cámaras, autos sin conductor y un taxista que acabó cobrando daños tras un golpe que no estaba en el guión.
2. Asaltaron al crew… y terminaron actuando En la Doctores les robaron equipo. Días después, contrataron a los mismos asaltantes como extras y seguridad.
3. Guillermo del Toro metió mano El primer corte era más largo. Del Toro lo vio y dijo: “Esto se cae”. Ayudó a editar la versión final.
4. Gael fingió una enfermedad Estudiaba en Londres y mintió diciendo que estaba grave para volar a México y filmar.
5. Las peleas de perros fueron actuadas Todo fue simulado: uso de látex, sedantes y coreografía. No se mató ni se lastimó a ningún animal.
6. El título tiene doble filo Amores perros es un juego de palabras: “perros” como animales y como adjetivo (jodidos).
7. Iñárritu sale en la película Tiene un cameo en una de las oficinas. Lo metieron como guiño a su pasado de publicista en W Radio.
8. Los comerciales en la cinta son reales Usaron anuncios que el mismo Iñárritu había dirigido en su etapa publicitaria.
9. La historia del perro atrapado es real Un amigo del guionista, Guillermo Arriaga, le contó algo parecido, y lo usaron como núcleo de la tercera historia.
10. La escena de la paliza en el baño fue improvisada Gael no estaba cómodo con la toma. Iñárritu lo dejó solo y lo grabó sin que supiera.
11. Se grabó sin permisos en varias locaciones Algunas escenas fueron hechas con cámara al hombro, sin permiso ni logística formal.
12. El soundtrack marcó época Control Machete, Zurdok, Julieta Venegas, Café Tacvba, y Nacha Pop como el rey de todo ese soundtrack.
13. Santaolalla compuso antes de ver la película Le bastó el guión para escribir la música. Acertó sin ver un solo cuadro.
14. Rodrigo Prieto usó una luz sucia a propósito Inspirado en Nan Goldin, buscó que la ciudad se viera contaminada, no estética.
15. La escena más cara fue el choque Costó el 25% del presupuesto. Iñárritu no quiso hacerlo con CGI.
16. Un perro “actor” casi muerde a un técnico Durante una toma uno de los perros entrenados se salió de control. Nadie resultó herido, pero se suspendió la jornada.
17. José Ángel García, papá de Gael, sale en escena Conduce el autobús con rumbo a Ciudad Juárez, plan de Octavio y Susana para huir de su vida en la CDMX.
18. La ciudad juega un papel importante No se buscaron lugares comúnmente atractivos, la CDMX es narradora, no decorado.
19. El guión fue reescrito 36 veces Guillermo Arriaga lo afiló hasta dejarlo al punto.
20. Casi no la mandan a Cannes Pensaban que era “muy mexicana” para el público francés. La mandaron. Ganó.
21. La restauración 4K no cambió nada Solo limpiaron el ruido. Iñárritu no permitió ningún retoque visual o narrativo.
22. El crew trabajó sin cobrar al principio No había presupuesto sólido. Varios entraron con promesas.
23. El Chivo fue escrito para otro actor Emilio Echevarría llegó al final. Se quedó e hizo suyo el papel.
24. Los personajes no tienen cierre ni redención Fue intencional, no hay moraleja, solo vidas rotas que siguen.
25. Nada la ha igualado en 25 años Se han hecho películas, pero ninguna ha mostrado México con esa crudeza en este nuevo siglo.

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Por qué Amores perros sigue mordiendo

Amores perros no se volvió clásica por nostalgia. Lo es porque no se parece a nada que vino antes, ni a lo que vino después. Es una película que camina herida, el dolor de sus personajes sigue vigente. A 25 años, la brutalidad de su historia, y su estética realista y sucia, siguen vigentes.

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