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  • 13 MAY 2025, Actualizado 22:24

¿Por qué los hombres no siguen instrucciones? Ellos mismos lo explican en Martha Debayle en W

¿Qué es lo que de verdad atrae y espanta a un hombre? En este episodio sin filtros, cuatro hombres hablan desde su experiencia sobre lo que buscan en una mujer, lo que les mata la atracción y por qué a veces, aunque estén con una “diez”, siguen pensando en una “ocho”.

¿Por qué los hombres no siguen instrucciones? Ellos mismos lo explican en Martha Debayle en W

¿Por qué los hombres no siguen instrucciones? Ellos mismos lo explican en Martha Debayle en W

Un encuentro sin filtros entre hombres y mujeres

En una conversación divertida, profunda y sin censura, Martha Debayle reunió a tres invitados para resolver las eternas dudas que muchas mujeres tienen sobre los hombres. ¿Por qué no siguen instrucciones básicas? ¿Por qué desaparecen después de una cita? ¿Por qué huyen del compromiso? Estas y muchas otras preguntas fueron puestas sobre la mesa en su programa Martha Debayle en W, y lo que se dijo no tiene desperdicio.

¿Por qué les cuesta tanto seguir una lista del súper?

Uno de los temas más ligeros, pero también más reveladores, fue la dificultad que muchos hombres tienen para hacer tareas simples como ir al supermercado. La respuesta fue clara: “Porque no queremos hacerlo”, dijo uno de los invitados entre risas. Explicaron que muchas veces no es falta de capacidad, sino de motivación, y que las instrucciones son vistas como un obstáculo más que como una guía. “No es que no sepamos cómo hacerlo, es que no queremos hacerlo”, confesaron con brutal honestidad.

La diferencia en la forma de resolver problemas

Las mujeres tienden a ser más específicas y prácticas, mientras que los hombres requieren más información y, sobre todo, buen tono para colaborar. “Yo puedo hacer lo que sea, incluso comer caca, si me lo piden bonito”, bromeó uno de los participantes. El conflicto, según ellos, radica en el lenguaje emocional: las mujeres quieren hablar para conectar, los hombres para terminar rápido la conversación.

¿Por qué desaparecen después de una cita?

En el bloque más encendido del programa, Martha Debayle leyó decenas de preguntas sobre citas fallidas. ¿Qué significa cuando un hombre dice “he estado muy ocupado”? Traducido: no quiere seguir saliendo contigo. “Hay hombres para toda la vida y hombres para toda la noche”, explicaron, dejando claro que no siempre hay un error de por medio, sino simplemente falta de interés.

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El miedo masculino al compromiso (y a las mujeres exitosas)

Uno de los temas más profundos fue el miedo de los hombres al compromiso, especialmente cuando se trata de mujeres exitosas, independientes y seguras de sí mismas. “Muchos hombres estamos en una etapa evolutiva inferior”, dijeron. Y es que el empoderamiento femenino ha cambiado las reglas del juego, pero no todos los hombres están listos para aceptarlo. “El hecho de que tú, Martha, tengas pareja es casi un milagro estadístico”, bromearon.

Un encuentro sin filtros entre hombres y mujeres / Morsa Images

El rechazo y la validación femenina

Una reflexión importante fue cómo las mujeres suelen buscar validación emocional a través del éxito romántico. A diferencia de los hombres, que se miden por su poder, dinero o logros, muchas mujeres aún se sienten validadas cuando un hombre las elige. “Nosotras giramos alrededor del sol (el hombre), y ellos creen que son el centro del universo”, dijo Martha.

La lucha eterna por cambiar al otro

Finalmente, se habló del clásico error de las parejas: mientras ellas quieren que el hombre cambie, ellos solo desean que ellas nunca lo hagan. “Ese es uno de los grandes mitos del matrimonio”, dijeron. La conclusión fue clara: no se puede cambiar al “sol”, y el que lo intenta, acaba frustrado.

¿Por qué los hombres insultan, pero no se ofenden?

En el universo masculino, las relaciones de amistad suelen construirse desde la burla cariñosa. “¿Qué pasó, chaparro, gordo, negro?”, dice uno de los panelistas en tono afectuoso. Los hombres insultan, pero no se ofenden; es su lenguaje cotidiano para decir “te quiero”. En contraste, entre mujeres la interacción puede estar llena de microexpresiones, tonos, gestos y silencios que cargan mucho más significado. El “mucho gusto” entre viejas amigas puede ser visto como una traición. Así de complejo.

El poder femenino y el miedo masculino

Un tema central de la charla fue la dificultad que muchos hombres tienen para relacionarse con mujeres poderosas, independientes y autosuficientes. Marta Debayle lo resume con una frase contundente: “Es un milagro que esté casada”. Se reflexiona sobre ese tipo de mujeres que, lejos de buscar pareja, parecen estar más interesadas en castrar emocionalmente al hombre. La línea entre fuerza y control puede ser delgada, y para muchos hombres, insoportable.

Madurez emocional: un camino necesario

Los panelistas coincidieron en que para construir una relación de pareja equitativa, es indispensable madurar emocionalmente. Algunos hombres simplemente no han “embarnecido”, como lo define Enrique Tamés. ¿Qué significa esto? Estar cómodo en su propia piel, no temerle a compartir protagonismo, ni sentirse menos frente al brillo de su pareja. El verdadero desafío es crecer lo suficiente para no sentirse amenazado por una mujer exitosa.

La lucha eterna por cambiar al otro / Morsa Images

El eterno hijo y la mamá-esposa

Un momento clave del programa fue cuando se abordó la tendencia de muchas mujeres a convertirse en las “mamás” de sus parejas. Hacer la maleta, recordar la colonoscopía o decidir el outfit perfecto. “¿Quién llevó a Juan a hacerse la colonoscopía? Yo”, confiesa Marta. El exceso de cuidado termina por invalidar al hombre y lo convierte en alguien dependiente. Ellos saben cuidar a otros, pero no saben cuidarse a sí mismos. Las mujeres, por naturaleza o por rol aprendido, se convierten en cuidadoras profesionales.

¿Y el sexo? ¿Obsesión o necesidad?

Hacia el final del programa, surgió una de las preguntas más frecuentes entre las 3,000 recibidas por la audiencia: “¿Por qué los hombres están tan obsesionados con el sexo?”. Ilan Katz lo resume con una metáfora brillante: “El matrimonio es una larga comida que empieza con el postre”. El sexo no es solo un acto físico, sino un símbolo de conexión, aceptación y validación. Aunque parezca que se trata solo de deseo, en el fondo, es una forma de comunicación íntima que para muchos hombres es esencial.

Sexo en pareja: ¿postre, rutina o conexión profunda?

Martha Debayle y sus invitados desmenuzaron la compleja relación entre el deseo sexual, el compromiso en pareja y la fidelidad. A través de analogías gastronómicas, argumentos de la biología evolutiva y confesiones personales, los participantes abrieron el debate sobre cómo el sexo influye en la relación de pareja y cómo evoluciona con el paso del tiempo.

La biología evolutiva del deseo

Uno de los ejes de la conversación giró en torno a los impulsos sexuales desde una perspectiva biológica. Se planteó que, históricamente, las mujeres han buscado calidad y los hombres cantidad, lo que explicaría la inclinación masculina hacia el deseo constante. “El hombre no está obsesionado con el sexo, está obsesionado con la sobrevivencia”, fue una de las frases más comentadas del bloque.

Sexo y evolución emocional

Aunque la pasión inicial no es eterna, todos coincidieron en que el sexo sigue siendo fundamental en cualquier etapa de la relación. La frase de Dr. Phil fue contundente: “Cuando el sexo es bueno, es el 10% de la relación; cuando es malo, es el 90%.” El postre, metáfora del sexo, puede disminuir en frecuencia, pero no en importancia. “Hay fases”, mencionaron, refiriéndose al tránsito entre el enamoramiento adolescente y una vida sexual que se vuelve más emocionalmente significativa y menos impulsiva.

¿Cuánto es lo normal? La frecuencia ideal del sexo

Entre bromas y confesiones, los invitados hablaron sin filtros sobre la frecuencia sexual ideal. La fórmula más aceptada fue: “cada tercer día”, aunque con la aclaración de que hay semanas de baja actividad por razones naturales o emocionales. También se tocó el tema de la edad y cómo esta influye en los niveles de deseo, subrayando que no existe una norma universal, pero sí una necesidad de mantener viva la conexión.

¿Y el deseo femenino?

Una intervención clave de una radioescucha rompió con un estereotipo común: “Rompan con la idea de que solo los hombres quieren sexo”. El deseo no tiene género, y en muchos matrimonios son las mujeres quienes tienen mayor libido. Aunque los hombres fueron mayoritariamente quienes aceptaron que su deseo es más constante, todos coincidieron en que las mujeres también buscan y disfrutan del sexo, solo que muchas veces lo hacen cuando se sienten emocionalmente en sintonía con sus parejas.

Sexo en pareja: ¿postre, rutina o conexión profunda? / Maskot

Fidelidad: ¿tiene que ver con la pareja o con uno mismo?

Uno de los momentos más profundos de la charla fue cuando se cuestionó si la infidelidad está relacionada con la insatisfacción con la pareja. La respuesta fue contundente: “La gente no es infiel porque esté harta de su pareja, sino porque está harta de sí misma.” La fidelidad, dijeron, es un acto de madurez, y tiene que ver más con cómo uno se siente consigo mismo que con lo que recibe del otro.

¿Estás con tu pareja por amor o por comodidad?

La charla cerró con una reflexión potente: si al escuchar que tu pareja llega a casa sientes paz o fastidio, esa es una señal clara del estado de la relación. La comodidad fue reivindicada como una forma de conexión profunda, lejos de la rutina negativa. “La comodidad también es amor”, sentenciaron.

El valor del hombre cambia con el tiempo

Uno de los momentos más reveladores del programa fue cuando se abordó cómo cambia el “valor de la carne” masculina a lo largo de los años. Uno de los invitados confesó que, si bien en su juventud se consideraba un 6.5 frente al hombre más atractivo del mundo, hoy ha mejorado, no solo en apariencia, sino en madurez y seguridad.

“El valor que tenías a los 24 no es el mismo que el que tienes a los 45. Un hombre embarnecido en experiencias, poder y madurez es mucho más atractivo”, comentaron.

Y así como cambia el hombre, también cambian sus estándares. “La mujer que podías conquistar a los 24 no es la misma que puedes conquistar a los 45… para bien o para mal”.

Lo que más les da para abajo

Aunque el físico importa, lo que realmente los aleja no siempre es superficial. Esto es lo que más les quita el deseo:

  • Demasiado drama emocional. “Una mujer que es mucho trabajo emocionalmente cansa. Si tengo que adivinar cómo te sientes cada día, me agoto”.
  • Mal olor natural. “No es perfume, es el olor humano. Si no me gusta, no hay química”.
  • Control excesivo. “Las mujeres que intentan regular tu nivel de alegría… o sea, si estoy contento, ¿por qué te molesta?”.
  • Hiperintensidad. “Veintisiete llamadas al día, suposiciones y análisis de todo lo que uno dice… eso me hace correr”.

También hablaron del “depedismo”, ese impulso cíclico e irracional de hacerla de pleito sin motivo aparente. “No pregunten qué pasa. Solo sobrevivan al episodio y esperen al siguiente”, bromearon.

Lo que más aprecian en una mujer

Al final, todos coincidieron en lo que realmente los cautiva:

  • Inteligencia. “Una mujer aguda, con humor y que se burle de sí misma es doblemente atractiva”.
  • Sentido común y positividad.
  • Sensibilidad. “Que sepa abrazar y tomar causas, no que solo hable de empatía, sino que la ejerza”.
  • Cuidados y complicidad. “Una mujer que te apapache, que esté atenta a lo que necesitas, que esté cerca”.

¿Estás con tu pareja por amor o por comodidad? / Dimitri Otis

¿Y qué mensaje deja esto para las mujeres?

Para cerrar el programa, Martha Debayle dejó una reflexión poderosa:

“Pasamos mucho tiempo buscando a la pareja perfecta, pero deberíamos invertir más en convertirnos en la pareja perfecta. Uno atrae lo que es”.

Y concluyó: si eres una mujer fuerte, capaz, autosuficiente, no tienes que cambiar para encontrar el amor. Quizá solo estás buscando en el lugar equivocado.

“Un hombre seguro, inteligente, maduro y amoroso puede con una mujer de alto perfil… y con más”.

Conclusión: entendernos mejor es el primer paso

Esta conversación en Martha Debayle en W no solo generó carcajadas, sino que dejó sobre la mesa temas muy reales de convivencia y género. Desde la comunicación hasta las expectativas románticas, el diálogo entre hombres y mujeres sigue siendo necesario. Y si algo quedó claro, es que mientras unos piden más detalles, otros solo quieren que no les hablen en tono “dragonesco”. ¿La solución? Más empatía, menos drama y muchas más conversaciones como esta.

Dale play y escucha la entrevista completa en: https://youtu.be/D_KaQY42hRE

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