Cómo ayudar a un familiar con adicción: La intervención comienza contigo
Cuando una persona enfrenta una adicción, la familia suele ser la primera en notar que algo no está bien. Sin embargo, ayudar a un ser querido a dar el primer paso hacia la rehabilitación no es tarea sencilla. La técnica de la intervención familiar, basada en el modelo de Vernon Johnson, se ha convertido en una herramienta poderosa para sensibilizar al adicto a través de cartas, empatía y el llamado “amor duro”.

Cómo ayudar a un familiar con adicción: La intervención comienza contigo
Intervención familiar: la clave para enfrentar las adicciones
La adicción al alcohol y drogas es una de las problemáticas más graves que enfrentan miles de familias mexicanas. En una reciente emisión del programa Martha Debayle en W, la conductora conversó con Alejandro García, intervencionista, sobre cómo abordar este tema desde el núcleo familiar. La charla reveló que muchas veces, la intervención comienza con la familia y no con el adicto.
¿Qué es una intervención familiar?
Una intervención familiar es un proceso terapéutico que busca confrontar al adicto con las consecuencias de su comportamiento y motivarlo a buscar ayuda profesional. Sin embargo, como explicó Alejandro García, el primer paso no es con el adicto, sino con quienes lo rodean.
“Trátate tú primero”, dice García. El núcleo familiar debe atender sus propios patrones de codependencia, culpa y negación, ya que muchas veces terminan por facilitar o perpetuar la adicción.
El sistema familiar y sus roles disfuncionales
En la conversación se detallaron los distintos roles que aparecen en una familia con un miembro adicto. Estos incluyen:
- El héroe, que asume responsabilidades excesivas para “salvar” al resto.
- El chivo expiatorio, que actúa de forma rebelde para atraer atención.
- El niño perdido, que se aísla emocionalmente.
- El joker, que usa el humor para desviar la tensión.
- La tapadera, que encubre y justifica al adicto.
Estos roles no son aleatorios; son respuestas al desequilibrio emocional causado por la adicción. Reconocerlos es esencial para romper el ciclo.

Intervención familiar: la clave para enfrentar las adicciones / Tempura
La adicción es un síntoma, no la causa
Una de las frases más potentes de la entrevista fue:
“El consumo es el síntoma. La enfermedad está en la estructura familiar”.
Esto significa que el problema no es únicamente la sustancia, sino un sistema roto que ha dejado de comunicarse, sentir y confiar. De hecho, García destaca que en cada familia con un adicto hay una dinámica disfuncional que debe tratarse paralelamente.
El impacto físico y emocional en los familiares
La adicción no solo consume al adicto, también desgasta emocional y físicamente a quienes lo rodean. Muchos familiares desarrollan síntomas similares: gastritis, ansiedad, depresión, insomnio. Esto es parte de lo que hace urgente intervenir de manera integral.
¿Cómo se organiza una intervención?
El intervencionista identifica primero a un miembro clave de la familia para comenzar el proceso. Se organiza una estrategia en la que se define quiénes participarán y cómo se abordará al adicto. El objetivo no es confrontarlo violentamente, sino mostrarle, con amor y firmeza, cómo su conducta está afectando a todos.
“Cuando no puedes controlar lo externo, trabajas lo interno”, explica García. Este es el principio detrás de los internamientos y de las intervenciones efectivas.
¿Cómo se organiza una intervención familiar para tratar una adicción?
En una entrevista con Alejandro García, intervencionista experto, en el programa Martha Debayle en W, se abordó a fondo el proceso de organizar una intervención familiar para ayudar a una persona con problemas de adicciones. El enfoque no solo es técnico, sino profundamente emocional, lleno de estrategia y empatía. Aquí te explicamos paso a paso cómo se lleva a cabo.
La preparación: más allá del adicto
Una de las ideas clave que compartió García es que no se puede controlar al adicto, pero sí al entorno. En sus palabras, organizar una intervención es tan estresante como operar en el mundo financiero por la cantidad de variables que se manejan. Por eso, la planeación es vital.
El primer paso es identificar de cuatro a ocho personas cercanas, principalmente del núcleo familiar, que tengan un vínculo significativo con el adicto. Se analizan relaciones de respeto, dependencia o influencia, para colocarlas estratégicamente durante la intervención.

Cómo se organiza una intervención familiar para tratar una adicción / Robert Essel NYC
¿Quién debe participar en una intervención?
La selección del equipo es clave. Las personas deben tener una relación emocional fuerte con el adicto y formar parte de su círculo más cercano. En México, a diferencia de Estados Unidos, es poco común involucrar a jefes o colegas debido a la cultura de la vergüenza en torno a las adicciones.
Además, García menciona que muchas mujeres no acceden a procesos de recuperación por miedo al estigma, a pesar de que los niveles de consumo entre hombres y mujeres son similares.
Preintervención: el ensayo general
Antes de confrontar al adicto, se realiza una preintervención. En este encuentro se explica detalladamente qué es una intervención, por qué es necesaria y se practica todo con el equipo. Se define el lugar, la hora (por ejemplo, 5 a.m. en caso de alcoholismo) y hasta la ubicación física de cada participante en el espacio.
Se trata de planear hasta el mínimo detalle, incluso simulando qué hacer si el adicto intenta irse o reacciona agresivamente.
Cada participante escribe una carta
Uno de los recursos más poderosos es la carta de intervención, que cada miembro escribe siguiendo una estructura específica:
- Primera parte: Un mensaje amoroso y de reconocimiento hacia el adicto. Esto baja la guardia y permite que escuche lo siguiente.
- Segunda parte: Descripción de situaciones reales ocurridas durante la adicción, sin juicios, y cómo hicieron sentir al familiar.
- Tercera parte: Se ofrece ayuda concreta, generalmente una invitación directa a ingresar a un tratamiento residencial.
“Una nieta de 7 años describió cómo su abuelo se desmayó borracho al recogerla en la escuela. Fue el punto de quiebre que lo hizo aceptar ayuda”, compartió García.
La logística emocional del momento
Durante la intervención, todo está planeado: quién se sienta al lado del adicto, quién lee primero, quién actúa si intenta irse. Incluso el interventor se sienta entre él y la puerta. La idea es crear un espacio seguro pero firme, donde el adicto escuche sin sentirse acorralado.
El interventor también puede usar su experiencia personal en recuperación como recurso emocional para reconectar y convencer al adicto de aceptar ayuda.
Si el adicto acepta, todo debe estar listo
El objetivo de la intervención es llevar al adicto directamente a un centro de tratamiento residencial. Para esto, ya debe estar todo organizado: centro contactado, costos cubiertos, transporte listo y maletas hechas. No hay espacio para improvisar.

¿Quién debe participar en una intervención? / PixelsEffect
Intervención familiar en adicciones: cómo enfrentar la realidad con amor duro
El modelo de intervención familiar no es solo una estrategia emocional, es un acto de amor contundente que busca salvar vidas. En entrevista con Martha Debayle, el psicólogo Alejandro García, coordinador terapéutico en la comunidad Punto de Partida, explicó a fondo cómo se planea una intervención efectiva basada en el método de Vernon Johnson, y la importancia del amor duro para romper con la codependencia.
El orden de las cartas en la intervención no es casual
En una intervención, cada detalle se planea cuidadosamente. Las cartas que se leen al adicto no se seleccionan al azar. Se organizan de forma estratégica para generar mayor impacto emocional, comenzando con alguien significativo y cerrando con la persona que más influencia tiene sobre él, usualmente alguien que le resuelve la vida.
¿Cómo se lleva al adicto a la reunión?
Uno de los retos clave en la intervención familiar es lograr la asistencia del adicto. Cuando esto no es posible, el equipo va al lugar donde se encuentre, normalmente su hogar. Por ello, es crucial conocer sus rutinas y puntos de encuentro para garantizar que todos estén presentes en el momento de la intervención.
Selección de los participantes: clave para el éxito
No cualquier persona puede participar en este proceso. Es esencial excluir a quienes consumen sustancias con el adicto, con quienes tenga resentimientos profundos o aquellos que no puedan guardar el secreto de la reunión. El factor sorpresa es esencial para evitar que el adicto se prepare emocionalmente y levante defensas.
El poder del ultimátum: cuando el amor se vuelve firme
Si después de leer las cartas el adicto decide no ingresar a rehabilitación, entra en juego el ultimátum. Esta es la herramienta más poderosa del método, pero solo funciona si quienes lo aplican están convencidos de cumplirlo. Puede incluir desde cortar apoyos económicos hasta sacarlo de casa. Es un acto de amor firme: “Te dejo de ayudar a morir, para ayudarte a vivir”.
Diferentes tipos de internamiento
García explicó que existen tres tipos de internamiento reconocidos por la NOM-028:
- Voluntario: cuando la persona accede por la presión emocional de su familia.
- Involuntario: cuando el adicto está fuera de sí o representa un peligro para otros.
- Obligatorio: dictado por un juez como alternativa a una sentencia penal.
Cada caso se evalúa con criterios clínicos y legales específicos.

¿Cómo se lleva al adicto a la reunión? / Rafa Jodar
Codependencia: el enemigo silencioso
Uno de los mayores obstáculos para la recuperación del adicto es la codependencia familiar. Los familiares, con buena intención, terminan resolviendo la vida del adicto, impidiéndole asumir responsabilidades. “No hagas por el otro lo que puede hacer por sí mismo”, subrayó Alejandro.
¿Cuándo es momento de pedir ayuda?
El punto de quiebre varía en cada familia, pero el dolor acumulado, la impotencia y el desgaste emocional suelen marcar el momento en que se decide actuar. Hay que estar dispuestos a enfrentar la ruptura emocional con el adicto, porque a veces, salvarle la vida implica perder la relación por un tiempo.
Un trabajo de amor profundo y constante
El proceso no termina con la intervención. Las familias también se rehabilitan. En Punto de Partida, los familiares deben conectarse a sesiones varias veces a la semana, hacer trabajo terapéutico y participar activamente en el proceso de recuperación.
Alejandro García concluyó con una frase contundente: “Estás aquí porque alguien te amó lo suficiente para dejar que te enojaras con él, y aún así, decidió salvarte.”

¿Cuándo es momento de pedir ayuda? / Philippe Lissac /GODONG
Conclusión: la adicción se enfrenta en equipo
El programa dejó claro que la adicción no es un problema individual, es una enfermedad familiar. Los roles asumidos, los silencios impuestos y la falta de comunicación son parte del problema, pero también pueden ser parte de la solución.
Para ayudar a un adicto, la familia debe reconocer su papel, pedir ayuda y participar activamente en el proceso de cambio.
Dale play y escucha la entrevista completa en: https://youtu.be/VNVGThJiTEI