“Estados Unidos es nuevamente respetado”, declara la Casa Blanca tras doblegar a Colombia; aceptará deportados
El gobierno colombiano aceptó los términos de Estados Unidos para el retorno de deportados.
Tras el anuncio de sanciones por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dirigidas a Colombia, la Cancillería colombiana informó que ambos gobiernos han logrado superar el desacuerdo diplomático.
En un comunicado oficial, el gobierno de Colombia aseguró que recibirá a los ciudadanos colombianos en condición de deportados desde Estados Unidos. Además, señaló que, bajo las instrucciones del presidente Gustavo Petro, el avión presidencial estará disponible para facilitar el retorno de estos connacionales.
El gobierno colombiano también destacó que se mantendrán abiertos los canales diplomáticos de comunicación con Estados Unidos para garantizar los derechos, la dignidad y el interés nacional de sus ciudadanos.
Estados Unidos responde
Por su parte, Karoline Leavitt, asistente del presidente y secretaria de prensa de la Casa Blanca, emitió un comunicado en el que confirmó el acuerdo entre ambas naciones. Según el documento, Colombia aceptó sin restricciones el retorno de ciudadanos colombianos deportados, incluyendo la utilización de aeronaves militares estadounidenses si fuera necesario.
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Asimismo, se aclaró que, mientras no se cumpla con el retorno exitoso del primer grupo de deportados, se mantendrán vigentes las sanciones anunciadas previamente. Estas incluyen restricciones de visas impuestas por el Departamento de Estado y medidas más estrictas por parte de Aduanas y Protección Fronteriza. No obstante, las sanciones económicas contempladas en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés) no serán implementadas por el momento.
En el comunicado de la Casa Blanca, se destacó que “los eventos de hoy dejan claro al mundo que Estados Unidos es nuevamente respetado”. Además, se reafirmó el compromiso del presidente Trump de proteger la soberanía de su nación y de exigir a otros países la cooperación para aceptar la deportación de sus ciudadanos en condición de indocumentados.