¿Trump puede cambiar el nombre del Golfo de México? Insiste en llamarlo ‘Golfo de América’
Donald Trump reiteró su propuesta de cambiar el nombre del Golfo de México por Golfo de América
Durante su segunda investidura como presidente de Estados Unidos, Donald Trump reiteró su propuesta de cambiar el nombre del Golfo de México por “Golfo de América”. Este anuncio ha generado especulación sobre el alcance y las implicaciones de esta decisión, que hasta el momento parece ser unilateral, ya que no existe un pronunciamiento oficial por parte del gobierno mexicano.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, subrayó anteriormente en sus conferencias de prensa que el nombre “Golfo de México” es ampliamente reconocido por organismos internacionales, incluida la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Sin embargo, Trump afirmó que el cambio será una realidad en el corto plazo, reforzando su intención de consolidar una narrativa más centrada en Estados Unidos, incluso en términos geográficos.
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¿Por qué se le llama Golfo de México?
De acuerdo con la British Broadcasting Corporation (BBC), la denominación “Golfo de México” aparece en mapas europeos desde el siglo XVI, cuando los primeros exploradores españoles cartografiaron la región. En 1580, el explorador inglés Francis Drake utilizó este nombre en sus registros. Aunque en 1630 algunos mapas lo señalaban como “Golfo de Nueva España” durante el periodo del Virreinato, el término “Golfo de México” prevaleció, siendo usado durante más de 400 años.
El nombre tiene raíces náhuatl, ya que la palabra “México” proviene del vocablo que los aztecas empleaban para referirse a la ciudad que hoy conocemos como Ciudad de México.
¿Trump puede cambiar el nombre del Golfo de México?
Para modificar oficialmente el nombre del Golfo de México, sería necesaria la aprobación de los países que comparten sus costas: México, Cuba y Estados Unidos. Sin embargo, Trump podría optar por un cambio unilateral a través de organismos estadounidenses encargados de la nomenclatura geográfica. De ser así, el cambio no tendría un reconocimiento internacional inmediato y podría ser ignorado por otras naciones y entidades globales.