Bangladesh en crisis: protestas estudiantiles paralizan al país
Enfrenta un bloqueo total por parte de los alumnos
Las protestas en Bangladesh suman 19 muertos y poco más de medio millón de heridos, según los informes de la policía local. El país asiático atraviesa su cuarta jornada de violencia desde que las manifestaciones comenzaron hace dos semanas.
Durante este tiempo, los jóvenes han pedido que se haga una profunda revisión en el programa gubernamental que dedica casi un tercio de plazas a los descendientes de veteranos de la guerra de independencia contra Pakistán que ocurrió hace medio siglo.
Rechazo a negociaciones y medidas gubernamentales
A través de redes sociales, los manifestantes rechazaron negociar con la Primera Ministra, a pesar de su promesa de justicia tras las muertes en las protestas. En respuesta, el gobierno cerró indefinidamente las instituciones educativas.
Los manifestantes incendiaron la sede de la televisión estatal BTV, mientras la primera ministra, Sheikh Hasina condenaba los hechos en un discurso televisado y prometía castigo para los responsables. Mientras tanto, Students Against Discrimination, la organización líder del movimiento calificó las declaraciones como “insinceras” y llamó a continuar con las protestas.
La violencia y coacción policial van en aumento
La policía antidisturbios se enfrentó con los manifestantes que bloqueaban carreteras y autopistas, en la mayor agitación desde la reelección de la primera ministra, Sheikh Hasina.
La principal demanda de los manifestantes es la eliminación de la cuota del 30% en empleos gubernamentales para las familias de veteranos que benefician a allegados de la primera ministra.
Consecuencias de la represión
El jueves 17 de julio, diez personas perdieron la vida en Daca durante los enfrentamientos, entre los fallecidos se encontraban: un conductor de autobús, un mototaxista y tres estudiantes. Cientos resultaron heridos cuando la policía utilizó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes que incendiaron vehículos y puestos policiales.
El estado de crisis es inminente y se espera que las jornadas de violencia continúen, la tensión sigue en aumento, mientras que el gobierno se mantiene en silencio.