“No usen el nombre de mi madre”: Rosario Piedra Ibarra
La ombudsperson propuso desaparecer la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)

Una comparecencia que paso de la risa al enojo, luego de que literal, diputados y senadores de oposición le recordaron a su “mamacita santa” a la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra.
Pasadas las 12:00 del día llegó la funcionaria ante el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión en San Lázaro, presentó su informe de actividades con cifras y sobre todo con la propuesta de que la CNDH se convierta en la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo.
Al principio, Rosario Piedra presumió que la Comisión Nacional de Derechos Humanos en uno de los órganos más activos del mundo, emite más de una recomendación al día, en un año rebasó las 370, dijo.
También anticipó que siguen integrando el expediente sobre una recomendación del caso Ayotzinapa, pues los padres y familiares de los jóvenes desaparecidos presentaron una queja en el 2021.
A la hora de los cuestionamientos, el senador del Grupo Plural, Germán Martínez, increpó a la funcionaria y le dijo que la CNDH está para ponerle límites al poder de Palacio Nacional que divide, que insulta y que ha dejado crecer la violencia y el crimen organizado en el país.
Abiertamente le dijo a Rosario Piedra, que ya que le gusta meterse en temas electorales y defender los derechos políticos que de los ciudadanos, por qué no hay una recomendación sobre el llamado “Sanjuanazo” o por qué no investiga los supuestos financiamientos del crimen organizado a la campaña de Claudia Sheinbaum.
German Martínez mostró una fotografía donde estaba Rosario Ibarra de Piedra con Cuauhtémoc Cárdenas y Manuel Clouthier, y le dijo a la titular de la CNDH que le quedó muy grande la memoria de su madre.
En seguida, la morenista Alma Delia Navarrete, arremetió contra Germán Martínez a quien señaló de fijar un posicionamiento patrañoso.
El diputado panista Iván Rodríguez acuso a Rosario Piedra Ibarra de ser una cómplice del presidente que ha abandonado a las víctimas, a los migrantes y a los desaparecidos. Mientras el legislador la señalaba, ella torcía la boca, miraba para un lado y para otro y se reía.
Finalmente, Rosario Piedra, con la voz entrecortada y muy molesta, exigió que ya no se use el nombre de su madre, más aún, dijo, por parte de aquellos que apoyaron la represión.